Diócesis de Temuco

MEDIO ORIENTE: La Iglesia se vuelca a los refugiados

 

 ?????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????

  • Los refugiados que llegan a Líbano y Jordania desde Siria e Irak son cada vez más numerosos. Personas que han tenido que dejar atrás sus hogares, sus empleos, sus recuerdos… y lo han perdido absolutamente todo. Estamos ante la mayor tragedia humanitaria de las dos últimas décadas. Sin embargo, la Iglesia abre sus puertas de par en par para ayudarlos.

[dropcap]E[/dropcap]l pasado mes de marzo, una delegación de Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) – entre ellos el Director de la fundación en Chile, Gabriel García Brahm –  visitó Líbano, Jordania, Israel y los territorios palestinos. El objetivo fue conocer de primera mano la situación de los refugiados en Oriente Medio.

 Para nosotros es muy difícil imaginar cómo se puede vivir cuando has tenido que despertar a tu mujer e hijos a media noche, tomar lo primero que tenías a mano y salir huyendo con tu auto porque las bombas en Homs (Siria) han caído en la misma calle donde vives. Dejar tu casa entre lágrimas sin saber cuándo volverás y si, en caso de que puedas regresar, seguirá todavía en pie. Es difícil meterse en la piel de este padre de familia, como en la de otros tantos que están refugiados, y empezar una nueva vida literalmente sin nada.

Los representantes de AIS compartieron llantos de mujeres cuyos maridos habían sido secuestrados en Irak o Siria, porque administraban un pequeño local de bebidas que los nuevos yihadistas radicales no están dispuestos a permitir. Ahora estos terroristas islamistas no toleran la libertad ni nada que recuerde a Occidente.

En Líbano, visitaron pequeños departamentos en Zahle, donde en un espacio de no más de 20 metros cuadrados viven hacinadas dos y tres familias cristianas procedentes de Alepo (Siria) que sólo tienen colchones en el suelo, un horno para calentarse y una pequeña cocina. Huyeron cuando los terroristas iban calle por calle exigiendo ver el carnet de identidad, donde debe figurar que eres cristiano. Una vez identificado, tu muerte puede ser inminente.

La delegación de AIS vio niños que no hablan, a consecuencia del efecto de los bombardeos; mujeres violadas; hombres desesperados buscando algún trabajo para dar de comer a su familia… mucho dolor acumulado durante ya casi cuatro años para los sirios y cerca de una década para los iraquíes. La guerra de Siria ha batido todos los récords en 60 años: 9 millones de vidas truncadas entre desplazados internos y refugiados. Y en Irak, ante el inexplicable silencio de la comunidad internacional, el grupo yihadista radical islámico ISIS sigue tomando el control de las principales ciudades como Mosul, dejando un reguero de matanzas a su paso. Los cristianos han dejado de existir en muchas localidades históricas, cuya presencia era anterior a la llegada del Islam a esta tierra.

También conocieron las paupérrimas tiendas de campaña del campo de refugiados de Zaatari, donde se refugian los musulmanes que han huido del horror. Ahí una generación de niños que ha nacido entre el fuego cruzado y la violencia, no sabe lo que es una escuela ni la educación. En Siria se habla ya de una generación perdida por la guerra. Estos niños juegan entre la basura y el barro en los campos de refugiados sin ningún tipo de futuro.

Y frente a este dolor desproporcionado, conocieron a muchos hombres y mujeres de Iglesia que dan su vida para sostener a estas familias refugiadas en Líbano y Jordania. El trabajo se ha multiplicado por cien en el consultorio de las Hermanas del Buen Pastor en Beirut o en el Arzobispado de Zahle, donde reparten sin cesar cajas de alimento de primera necesidad para iraquíes y sirios. La Iglesia está dando la mano a los que han huido del infierno de sus países y ahora no tienen nada. No los deja solos. Siempre que han llamado a la puerta de las parroquias, los refugiados han sido acogidos. La Iglesia se está entregando sin límites a los millones de refugiados. En estas tierras de Oriente Medio, Jesús tiene el rostro de un refugiado… ¿cómo no ayudarle?

 ¡AYUDEMOS A LOS QUE AYUDAN! AIS ESTÁ DESARROLLANDO UNA CAMPAÑA PARA QUE LA IGLESIA EN MEDIO ORIENTE PUEDA SEGUIR ACOGIENDO A LOS REFUGIADOS. INFÓRMATE CÓMO PUEDES AYUDAR EN www.aischile.cl

Director de AIS en campo de refugiados en Líbano