Diócesis de Temuco

Tres jóvenes de la Parroquia San Luis de Gonzaga, junto a su párroco, padre Gastón Parada, viajaron a Chañaral a dar su granito de arena

COLLIPULLI.- Un grupo de jóvenes de la Parrroquia San Luis Gonzaga de Collipulli viajaron a la zona de Copiapó, donde ayudaron a los damnificados por los aluviones ocurridos hace algunas semanas. Llegaron al pueblo minero “El Salado” que está ubicado a 23 km de Chañaral.

INVITACIÓN DE LOS SEMINARISTAS

Por su parte, el párroco Collipullense, Padre Gastón Parada, señaló que: “El viaje al norte parte por una iniciativa e invitación de los seminaristas vicentinos, que estuvieron una semana en esta zona. Los jóvenes de Juventud Mariana Vicentina de esta parroquia, acogieron esta invitación realizando varias actividades para recaudar fondos para el pasaje que es lo único que se pedía. Llegamos al Santuario del Salado, donde la comunidad nos acogió de maravilla. La experiencia fue muy enriquecedora y volvimos con el corazón lleno de bendiciones, gracias al granito de arena que le pudimos dar a los niños del norte. Nos pidieron encarecidamente que no nos olvidemos de ellos, ya que se sienten muy solos y abandonados”

PEQUEÑO APORTE

Consultado respecto a la iniciativa que han tenido como grupo juvenil, el cura indicó que: “Estamos conscientes de que éste es un muy pequeño aporte, ya que frente a toda la ayuda que se necesita es proporcional a un granito de arena, pero esa es la idea, ayudar en algo siquiera. Además es muy valioso desde el punto de vista formativo y de la fe para nuestros jóvenes, ya que es su fe, en concreto, que sale para compartir lo que son como jóvenes: alegría, amistad, apoyo y esperanza”.

Los jóvenes reunieron todo lo necesario para este viaje, recibiendo ayuda de toda la comunidad, lograron pagar sus pasajes y llevar alimentos y materiales para trabajar principalmente con los niños.
El coordinador del grupo Juventud Mariana Vicentina, Rodrigo Vidal, quien está a la cabeza de esta iniciativa, señaló que: “Simplemente sin palabras para describir lo hermoso que fue trabajar estos días con los niños de “El Salado” y que terminen gritando Collipulli a su modo, pero diciéndolo al fin y al cabo, no tiene precio! Vine a ayudar y salí ayudado la fuerza que tienen estos niños es increíble. ¡Gracias Totales!”

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