Diócesis de Temuco

Monseñor Héctor Vargas “Carabineros, vuestra Institución está llamada a ser una auténtica escuela de humanidad y de desarrollo personal”

Con motivo de los 91 años de vida institucional de Carabineros de Chile, el Obispo de Temuco, presidió la celebración de Acción de Gracias a Dios, en el Templo Catedral de la Diócesis San José.

En su homilía, monseñor Vargas señaló que: “La Constitución Política establece que Carabineros de Chile, existe para dar eficacia al derecho, garantizar el orden y la seguridad pública interior en todo el territorio de la  República, inspirada en principios  y valores esenciales y permanentes de la persona humana”, manifestó que es una Institución profesional, motivada, efectiva, innovadora, con las más modernas tecnologías y equipamiento, y a la vez preocupada por los suyos, integrada con la Comunidad y capaz de entregar un servicio de calidad que la legitima, y la hace necesaria para la sociedad”.

“Por eso en un nuevo Aniversario, le resulta espontáneo a la Iglesia invitar a alabar a Dios, a darle gracias, a pedir su bendición para esta Institución de la Patria. ¿Cómo no agradecerle todo el bien, que en todos estos años cada Carabinero pudo realizar?: Ayudar en partos, en incendios, terremotos e inundaciones, en accidentes, en labores de tránsito, protección de escolares, en la prevención de robos, en el rescate de personas, en el dificultar el camino de la droga, en el combate a las muchas formas de violencia y a la delincuencia, en la defensa de tantas víctimas inocentes, en el resguardo de las fronteras. En todo lo anterior, a toda hora, y en las situaciones de mayor conmoción y peligro, allí están nuestros Carabineros, que año tras año, va sumando nuevos mártires. En definitiva, tantas y tantas situaciones que agradecer, y transformarlas en oración”, agregó.

Continuó sus palabras, focalizándose en la situación actual del país, a lo cual dijo: “Sin perjuicio de lo anterior, debemos señalar otro ámbito del contexto país del momento en que nos encontramos, y que complica seriamente la convivencia nacional. Nos referimos al tema de la corrupción, encubrimiento y codicia, que afecta una parte de nuestro mundo político, económico, empresarial e Instituciones de la República, que ha remecido nuestro orden público y democrático. No se requiere un ejercicio muy profundo, para descubrir que el tema de fondo, es ante todo ético y moral. Desde hace un tiempo, en nuestra sociedad todos, de algún modo, nos hemos venido abriendo paulatinamente a una forma de pensar y de actuar, en donde la búsqueda insaciable de exitismo político, económico y de poder, en pequeña o en gran escala, se ha transformado en el fin que justifica todos los medios, incluida la tentación de lo ilícito”.

“Es por ello, que esta celebración encuentra a Carabineros en una profunda evaluación y reestructuración institucional, asumiendo con renovada decisión el desafío de la formación ética y moral de sus miembros. Todo en vista a la superación de situaciones lamentables en que se han involucrado algunos de sus integrantes, afectando injustamente a la Institución misma. No nos cabe duda que después de este proceso, ella saldrá purificada, renovada y fortalecida. Las crisis más severas, han de ser siempre asumidas como una gran oportunidad de futuro”, planteó monseñor Vargas.

“Mis palabras desean recordar los principios de la doctrina de Carabineros y que en todo aniversario se está llamada a confirmar. Es mucho lo que la sociedad necesita de esta Institución y también mucho lo que espera de ellos. Lo que hagan o dejen de hacer impacta significativamente en la vida de nuestro pueblo. La entrega de servicios de Orden y Seguridad desde el más sencillo retén en medio de nuestro pueblo, el cumplimiento de su misión y dar eficacia al Derecho, son fundamentales para la existencia de una sociedad conducente al pleno desarrollo de las personas. Precisamente desde ahí, lo trascendente que es para nuestro país la misión que Carabineros está llamado a cumplir, es de donde surge su responsabilidad ética y social. Es por ello que su Doctrina Institucional, orienta tanto las políticas estratégicas de la Institución, como las actuaciones concretas de cada Carabinero que, de suyo, como ya hemos visto, tienen una fuerte dimensión ética”.

Respecto a lo señalado, argumentó que: “Lo anterior cobra aún mayor relevancia cuando observamos como en algunos sectores de la sociedad chilena, en ciertas ocasiones, se asienta el relativismo moral; en palabras simples, cuando la definición de lo que es bueno o malo no depende de un valor absoluto, sino más bien de las circunstancias y de la conveniencia de cada individuo (…) Aunque a una institución de Estado no le es posible expresarlo, hay que decir con toda claridad que todos nosotros en nuestra condición humana, debemos luchar a diario con las consecuencias del pecado de los hombres. Porque como dice el Señor, es desde el mal que se aloja en el corazón de los seres humanos, desde donde salen la mentira, el engaño, la corrupción, la venganza, la violencia, la lujuria, el egoísmo y toda clase de vicios y pasiones. Si no existe una recta conciencia, iluminada por la presencia de Dios, haciéndolo capaz de acciones virtuosas, será lo que el mal ha alojado en el interior del hombre lo que le tentará a las peores acciones y a delinquir”.

“Estimados Carabineros, vuestra Institución está llamada a ser una auténtica escuela de humanidad y de desarrollo personal. Es por ello que al formarse, no sólo se educan como expertos en la resolución técnica de los desafíos profesionales, sino también como individuos que aspiran a aquello que es bueno, justo, correcto. Esto no sucede de manera espontánea ni es producto de la improvisación, sino que requiere de inteligencia, voluntad y libertad, más disciplina y coraje.

Obrar éticamente -al contrario de lo que se cree- no es un asunto de sentimientos ni de pasiones, sino que es un acto propio de la inteligencia humana, capaz de distinguir, analizar y reflexionar para conseguir lo mejor en una situación dada. El hombre, en cuanto ser racional, no sólo posee la facultad de conocer verdades filosóficas o científicas, sino también verdades morales; facultad que debe cultivarse, siempre tras la meta de una conciencia veraz (que busca siempre la verdad y no la conveniencia), y recta (orientada a hacer lo correcto y no sólo lo posible)”.

Concluyó su homilía, señalando que: “Esta exigencia formativa brota desde su dignidad como personas y de su identidad como Carabineros, en virtud del trabajo que realizan, de vuestro rol en la sociedad nacional y del anhelo, tan arraigado en los miembros de esta Institución, por contribuir a lograr una sociedad más justa, en la cual reinen el orden, la tranquilidad, la seguridad y la calidad de vida (…) Es por ello que debemos orar insistentemente por nuestros Carabineros, invocar la protección de Dios sobre ellos, para que así continúen llevando a cabo la misma misión de Jesucristo, quien proclamó que no había venido a este mundo para ser servido, sino para servir y dar la vida en rescate por muchos”.