Se ha presentado el logo para el año de la Vida Consagrada, que tiene por lema: «La vida consagrada en la Iglesia«. Convocado por la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica, el Año de la Vida Consagrada iniciará el 30 de noviembre próximo con una Misa en la basílica de San Pedro, presidida por el Papa Francisco y concluirá el 2 de febrero de 2016.
[dropcap]E[/dropcap]l logo es Obra de la pintora Carmela Boccasile, expresa por medio de símbolos los valores fundamentales de la vida consagrada y el reconocimiento a la obra incesante del Espíritu Santo, que difunde las riquezas de la práctica de los consejos evangélicos a través de múltiples carismas.Una paloma sostiene levemente sobre su ala un globo poliédrico, mientras se posa sobre el fluir de las aguas de las que se levantan tres estrellas, custodiadas por la otra ala.
El signo gráfico que dibuja el perfil de la paloma corresponde en árabe a la palabra Paz: una llamada a la vocación de la vida consagrada para que sea ejemplo de reconciliación universal en Cristo.
La paloma, explica la autora, pertenece a la simbología clásica para indicar la acción del Espíritu Santo fuente de vida e inspirador de creatividad. La paloma, que planea sobre un mar hinchado de vida sin expresar, recuerda la fecundidad paciente y confiada, mientras que los signos que la rodean revelan la acción creadora y renovadora del Espíritu. La paloma evoca además la consagración de la humanidad de Cristo en el bautismo.
Las aguas formadas por piezas de mosaico, indican la complejidad y la armonía de los elementos humanos y cósmicos, que el Espíritu hace «gemir» según los misteriosos designios de Dios para que converjan en el encuentro acogedor y fecundo que lleva a una nueva creación, aunque estén amenazados por un mar de hostilidades.
Las tres estrellas recuerdan la identidad de la vida consagrada en el mundo: como «confessio Trinitatis, signum fraternitatis et servitium caritatis». Expresan la circularidad y la relación del amor trinitario que la vida consagrada trata de vivir cada día en el mundo, en el signo de la fraternidad. Las estrellan indican también el triple sello áureo con el que la iconografía bizantina honra a María, la toda Santa, primera discípula de Cristo, modelo y patrona de toda vida consagrada.
El globo poliédrico, significa el mundo con la variedad de pueblos y culturas. El soplo del Espíritu lo sostiene y lo conduce hacia el futuro.
La creación del logo para el Año de la Vida Consagrada se confió a la pintora Carmela Boccasile del ‘Estudio de Arte Dellino’, fundado en 1970 por Lillo Dellino y Carmela Boccasile, en la ciudad de Bari, Italia.
Esta pareja de esposos y artistas, con su trabajo alimentado por una asombrosa unidad de vida, contribuyó a ver la pintura y la gráfica italiana contemporánea también en el signo de lo sagrado.