- En muchos países este derecho no es respetado, de hecho, 1 de cada 3 personas vive en un país sin libertad religiosa, según los resultados del Informe de Libertad Religiosa 2016, dado a conocer hoy.
- El informe también denuncia el impacto que ha tenido el surgimiento del «hiper-extremismo» religioso y culpa al odio religioso de elevar la inestabilidad en todo el mundo.
La libertad religiosa está en retroceso, más grave que eso, en peligro. En el 20% de los países del mundo se ataca gravemente. Son 38 los países que sufren graves violaciones a la libertad religiosa. En 23 de ellos, existe una persecución activa y sistemática contra las minorías religiosas.
Estas son algunas de las principales conclusiones del Informe de Libertad Religiosa 2016, elaborado por la Fundación Pontificia “Ayuda a la Iglesia que Sufre” (ACN). Este es el único estudio a nivel internacional que analiza el cumplimiento de este derecho en 196 países y el único realizado por una institución católica.
Los resultados – que abarcan hechos ocurridos entre 2014 y 2016 – fueron dados a conocer hoy en el seminario “Libertad Religiosa: ¿Un Derecho Ignorado?”, organizado por ACN, el Centro UC Derecho y Religión y Fundación Voces Católicas.
El informe advierte que desde 2014 ha surgido un nuevo fenómeno de violencia por motivos religiosos al que denomina «hiper-extremismo islamista». En zonas de Medio Oriente, incluyendo Irak y Siria, este hiper-extremismo está eliminando todas las formas de diversidad religiosa y amenaza con hacerlo también en regiones de África y de Asia. Entre sus principales características se encuentran los intentos sistemáticos de expulsar a todos los grupos disidentes —también los moderados— con niveles sin precedentes de crueldad, alcance global y un uso eficaz de las redes sociales, que se emplean a menudo para ensalzar la violencia. Este Islam extremista es la principal amenaza a la libertad religiosa y la principal causa de persecución. De hecho, desde mediados de 2014, 1 de cada 5 países ha sufrido ataques islamistas radicales.
Este islamismo extremista ha sido un «factor clave» en el repentino aumento del número de refugiados que, según cifras de Naciones Unidas, ha llegado a la cifra récord de 65,3 millones en el mundo.
Sin embargo, de acuerdo con el informe, no todos los problemas que atacan a la libertad religiosa se deben al Islam militante. En Asia Central los regímenes autoritarios están implementando una «represión renovada» contra las minorías religiosas, restringiendo todo tipo de libertades, entre ellas la religiosa. En China y Turkmenistán se ha llevado a cabo una nueva campaña contra los grupos religiosos que se niegan a seguir la línea del partido. En la provincia de Zheijang (China) y en las circundantes se han demolido las cruces de más de 2.000 iglesias.
En los países clasificados en la categoría de “persecución”, por ejemplo Corea del Norte y Eritrea, la continua penalización de la expresión religiosa supone la negación absoluta de los derechos y libertades, es decir, prolongadas penas de prisión sin juicio justo y asesinatos. En Eritrea, 3.000 personas están en prisión por motivos religiosos.
En nuestro país hay un deterioro de este derecho fundamental, debido a los atentados contra iglesias y templos en la zona de la Araucanía.
El informe se presenta en su 13ª edición y es elaborado por «Ayuda a la Iglesia que Sufre», fundación que ayuda a los cristianos perseguidos en el mundo.
El Informe de Libertad Religiosa 2016 está disponible en http://religious-freedom-report.org/es/home-es/