Uno de los puntos de encuentro del pueblo católico temuquense, como expresión del amor a la Madre del Señor, la Santísima Virgen María, es la gruta de Nuestra Señora de Lourdes ubicada en el cerro Ñielol, la cual se viste de fiesta cada ocho de diciembre, además de los primeros días del mes de febrero para la celebración de la novena en su honor, siguiendo la tradicional festividad de Lourdes en Francia. Este santuario de 108 años, que es visitado con mucha devoción nace como una muestra de agradecimiento de las hermanas de la Providencia por los 50 años de las apariciones de la Virgen en Lourdes, Francia, y se remonta al año 1908, el mismo en que nace la gobernación eclesiástica de Temuco, que dará paso más tarde a la erección canónica de la diócesis.
Fue así, que a los pies del Cerro Ñielol, miles de peregrinos de todas las parroquias de los Decanatos de Temuco Sur y Norte, llegaron a esta fiesta mariana. Muchos feligreses junto a sus párrocos, iniciaron el trayecto alrededor de las 13 horas para participar de la Santa Eucaristía que presidió monseñor Héctor Vargas a las cinco de la tarde.
Las procesiones comenzaron su andar pasado el medio día, donde las parroquias de San Juan Pablo II de Pillanlelbún, Jesús Obrero, Perpetuo Socorro, Corazón de María, Nuestra Señora de Lourdes, Espíritu Santo, San Juan Bautista, Santiago Apóstol, La Anunciación del Señor, Newen Wenu Chaw, Santísima Trinidad, Jesús de la Misericordia de Labranza, Santo Tomás de Villanueva y Del Sagrario, donde monseñor Héctor Vargas acompañó a los feligreses en el caminar en esta procesión, quienes por varias horas, bajo un sol radiante y con altísimas temperaturas, fueron animados por cantos marianos, pancartas, globos y carros decorados con flores primaverales, las que enaltecían aun más la imagen de la Virgen.
Al llegar a los pies de la Gruta, alrededor de las cinco de la tarde, los miles de fieles acompañaron a monseñor Héctor Vargas en la Santa Eucaristía. Quien en su homilía señaló: “María, la única creatura sin pecado, Inmaculada. En el Evangelio en una sola frase, es llamada por eso llena de gracia, quiere decir que en ella, por estar llena de gracia, no existe lugar para el pecado. Por eso también nosotros, cuando nos dirigimos a ella la invocamos como llena de gracia, sin la sombra del mal, Inmaculada”.
Expresó que cada sí a Dios, da origen a historias de salvación para nosotros y para los demás, como ocurrió con María (…) en el camino del Adviento que hemos iniciado, Dios desea visitarnos y espera nuestro Sí, que se haga en mí tu voluntad de bien. Este es el Sí, con generosidad y confianza, como María, cada uno de nosotros debe dar su sí personal a Dios.
“La fiesta de la Inmaculada Concepción, es una fiesta muy grande que se celebra en todo el mundo y que tiene una tremenda devoción muy arraigada en el Pueblo de Dios. El dogma de la Inmaculada Concepción de María cuando la Iglesia decide proclamarlo, lo hace justamente a petición de todo el Pueblo de Dios en todo el mundo y nos sentimos muy contentos por esta demostración de fe y de religiosidad popular en que tantos hermanos y hermanas al termino del Mes de María han podido peregrinar a este, su Santuario, para darle gracias a ella por tantos beneficios concedidos. También, poner a sus pies de María, tantos anhelos, necesidades y preocupaciones y por sobre todo celebrar su fe popular tan grande y muy masiva con el cual finaliza el Mes de María y culmina un año muy especial que fue dedicado a la misericordia, al cual el Papa Francisco invitó a todas las Iglesias del mundo a celebrarlo, es decir, celebrar a un Dios que por sobre todas las cosas es misericordioso y a través de su misericordia hacia nosotros, sentir y experimentar su amor. Así que estamos contentos por esta celebración y esperamos que también la gente se pueda ir feliz y muy bendecida”
Agregó “ Estamos en tiempo de Adviento litúrgico, estamos a la espera del nacimiento del Señor, El es el príncipe de la paz, es el Rey, nos trae su paz, la paz como la da Dios no como entrega el mundo y esperamos que en todos los corazones pueda reinar la paz, que efectivamente podamos reencontrarnos como hermanos y darnos cuenta que es solo a través de la paz, de la fraternidad, de la reconciliación, del amor, podamos reconstruir una sociedad más justa, más humana, que todos esperamos y anhelamos (…) es navidad, el Señor viene a cambiar nuestra historia, nuestro mundo, pero con las armas de la paz, acojamos al Salvador que viene, que nos trae su paz y veremos como rápidamente puede cambiar nuestra condición y nuestra situación humana”.
En esta jornada de devoción mariana, donde miles llegaron con flores a María, también sacerdotes realizaron confesiones a los peregrinos que acudieron como todos los años a esta fiesta de la Virgen María, donde Ella ha acompañado la historia y el camino de nuestra Iglesia de Temuco, elevando su mirada desde el cerro sobre la ciudad capital de esta bendita tierra de La Araucanía, que ella ha visto crecer a través de los años, en este Santuario de 108 años.