Días santos en Diócesis San José
Monseñor Héctor Vargas” Dejemos que esta acción animada por el Espíritu Santo nos envuelva”
En esta tradicional fiesta del Domingo de Ramos, los fieles de los decanatos de Imperial, Victoria, Angol, Temuco Norte y Sur, proclamaron la entrada triunfal del Señor en Jerusalén para consumar su misterio pascual.
Durante estos días, la Iglesia ingresa en el misterio de su Señor, crucificado, sepultado y resucitado, el cual entrando en Jerusalén dio un anuncio profético de su poder. Fue así que la comunidad diocesana llevó sus ramitos de laurel, romero y espigas, como signo de que Cristo muriendo en la cruz, triunfo como rey.
El obispo diocesano, monseñor Héctor Vargas Bastidas, señaló: “podemos presenciar por una parte las aclamaciones del pueblo en la entrada de Jesús en Jerusalén, y al mismo tiempo la humillación de Jesús, ante los ataques y amenazas de sus contrarios. Los gritos de fiesta y el ensañamiento feroz. Este doble misterio acompaña cada año la entrada en la Semana Santa, en los dos momentos característicos de esta celebración: la procesión con las palmas y los ramos de olivo, al principio, y luego la lectura solemne de la narración de la Pasión”.
Agregó: “Dejemos que esta acción animada por el Espíritu Santo nos envuelva, para obtener lo que hemos pedido en la oración: acompañar con fe a nuestro Salvador en su camino hacia la cruz, y tener siempre presente la gran enseñanza de su pasión como modelo de vida y de victoria contra el espíritu del mal”.
“En la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco ha querido recordar a tantos santos y santas jóvenes. Queridos jóvenes, no os avergoncéis de mostrar vuestro entusiasmo por Jesús, de gritar que Él vive, que es vuestra vida. Pero al mismo tiempo, no tengáis miedo de seguirlo por el camino de la cruz. Y cuando sintáis que os pide que renunciéis a vosotros mismos, que os despojéis de vuestras seguridades, que os confiéis por completo al Padre que está en los cielos, entonces alegraos y regocijaos, estáis en el camino del Reino de Dios… hoy, entre aclamaciones de fiesta y furia feroz, el silencio de Jesús en su pasión es impresionante. Vence también a la tentación de responder, de ser mediático. En los momentos de oscuridad y de gran tribulación hay que callar, tener el valor de callar, manos y no rencoroso. La mansedumbre del silencio hará que parezcamos aún más débiles, más humillados, y entonces el demonio, animándose, saldrá a la luz. Será necesario resistirlo en silencio, manteniendo la posición, pero con la misma actitud que Jesús”.
Obispo: «La Región lleva mucho tiempo esperando, el pueblo mapuche un siglo»
«Es hora de reactivar el Plan Araucanía. Ahí hay soluciones de desarrollo económico, productivo, justicia para las víctimas y temas políticos que desde hace mucho tiempo anhela el mundo indígena. Mi deseo es que el Estado de Chile y el país entero pueda apoyar a esta Araucanía dolida y postrada que necesita salir de esta situación».
Este fue el llamado que realizó al Gobierno, a la sociedad civil y al mundo político, en general, el obispo de Temuco, Héctor Vargas, en el marco de la celebración de Domingo de Ramos, conmemoración que da inicio a la Semana Santa.
Mucho tiempo
Según el pastor de la Diócesis de Temuco, las conclusiones de la Comisión Asesora Presidencial que él encabezó durante el mandato de Bachelet II, no pueden seguir esperando, sobre todo en el actual clima de beligerancia que se ha instalado en la capital regional con las marchas mapuches en respuesta al asesinato de Camilo Catrillanca.
«La Región lleva demasiado tiempo esperando, el pueblo mapuche más de un siglo. Hay tantas necesidades, tanta pobreza, hay dificultades de todo tipo, todo el mundo clama por justicia. Las promesas deben cumplirse, recordemos que el Papa Francisco decía en Maquehue que el no cumplimiento de las promesas es también una forma de violencia», planteó Vargas al término de la eucaristía.
Y mientras las comunidades mapuches de Ercilla, al inicio de Semana Santa, extendieron un llamado para realizar una nueva marcha en Temuco, Vargas dijo que la respuesta es Jesucristo. «Él murió en medio de una tremenda violencia y una tremenda injusticia y, en vez de contestar con violencia y rencor, entregó su vida en la cruz convencido que su sacrificio traería paz. Aprendamos cómo tenemos que hacer las cosas», recalcó, junto con valorar la determinación que ha tomado el Consejo de Loncos, quienes buscan ser un referente político y cultural.
«Independiente de su origen, si están dispuestos a unirse por el bien de la Región y de su gente, es admirable y hay que agradecerles su testimonio. Ojalá sean muchos más los sectores de la sociedad capaces de unirse para colaborar y ayudar», enfatizó.
Fuente: Comunicaciones Obispado de Temuco y Diario Austral de Temuco