El Obispo de la Diócesis, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, San José presidió la Santa Eucaristía.
En el marco de la celebración del Establecimiento Educacional, se han realizado una serie de actividades que han permitido mantener viva la historia en todos los que forman parte de esta gran comunidad educativa.
La gran obra que constituye el colegio, tiene sus raíces en Montreal Canadá donde la Beata Emilia Gamelin fundó la congregación de las Hermanas de la Providencia en 1843, principalmente, para atender y servir a los pobres y desposeídos.
Años más tarde ingresa a la congregación quien será el pilar fundamental de las Hermanas en nuestro país, Madre Bernarda Morín quien llega a Chile junto a otras hermanas solo de paso, pues regresaban a su natal Canadá, desde Estados Unidos donde su misión no había sido fructífera. Fue así como el 17 de junio de 1853, marcaría el inicio de la presencia de la congregación en nuestro país, en un contexto histórico de mucha pobreza, necesidades sobre todo de la infancia y de gran cantidad de niños huérfanos que estaban abandonados.
Habiendo cumplido la voluntad de Dios de asentarse en nuestro país y frente a adversidades de tipo administrativos que se ven expuestas, madre Bernarda ofrece al Señor la construcción de una casa en un lugar no evangelizado, orando por la pronta solución de los problemas que les aqueja.
Solucionado éstos, el 24 de febrero de 1894, junto a cuatro hermanas, llegan en un tranvía en mal estado y bajo una incesante lluvia a la incipiente ciudad de Temuco, donde queda impresionada del mundo mapuche y de la indefensión de sus mujeres y niñas.
Funda lo que será nuestro colegio con el aporte de los habitantes de la época, primero para niñas sin recursos y luego acogen a hijas de familias más acomodadas y construyen lo que será el internado principalmente para las niñas que vienen desde los campos alejados de la ciudad.
El terremoto de 1960, destruyó gran parte de la infraestructura de esta obra, parte del colegio, la capilla y el internado.
Años más tarde, con esfuerzo y colaboración de muchas personas, se logró reconstruir y poco a poco, llegar hasta lo que poseen hoy.
El legado de Madre Bernarda Morín, está presente permanentemente en todo el quehacer educativo. Su espíritu visionario de fines del siglo XIX, mantiene hasta hoy la preocupación y atención para las niñas y jóvenes de La Araucanía.
En el presente, se atiende alrededor de ochocientas estudiantes desde prekinder a cuarto medio, con ochenta y cinco internas provenientes de Icalma, Puerto Saavedra, Ercilla, Toltén, Hualpín, Teodoro Schmidt, etc.
El Proyecto Educativo Institucional, refleja el Carisma y Espiritualidad de las Hermanas de la Providencia, preocupados siempre de formar en las estudiantes, valores y principios que constituyan un aporte a la sociedad, marcando la diferencia de lo que significa una formación reconociendo a Dios como un Padre Providente, amoroso y a nuestra Madre Virgen María como ejemplo de mujer a seguir, haciendo vida en el servicio a los marginados, vulnerables y desprotegidos de nuestro entorno.