Del 21 al 24 de enero, se llevó a cabo esta jornada que realiza la pastoral vocacional de la Diócesis San José de Temuco, instancia donde participaron doce jóvenes provenientes de distintas ciudades de la región.
El padre Juan Andrés Basly, Encargado Vocacional de la Diócesis San José de Temuco, señaló al respecto: “Estamos aquí en Lonquimay, una ciudad muy hermosa, mucho calor en estos días, pero muy refrescante el ardor de la fe en los jóvenes que han venido hasta este lugar, invitados por supuesto al Campamento Vocacional. Son 12 jóvenes que llegaron con mucha alegría, con mucho entusiasmo, con harta inquietud. Este Campamento Vocacional, sin duda que es un momento de discernimiento, de ayudar a los jóvenes a descubrir cuál es su vocación, si están llamados al sacerdocio o también a otra opción de vida, pero principalmente nuestro objetivo es que sean jóvenes que ya estén participando en su vida parroquial y que sientan la necesidad de seguir a Jesús, pero en esta perspectiva del sacerdocio. Estamos muy contentos por ellos, estos jóvenes se ven bastante bien, muy entusiasmados, están siendo acompañados por el padre Patricio Muñoz, que es parte del equipo y los seminaristas de nuestra Diócesis que los acompañan también con sus temas, en base a distintos trabajos, el deporte, el caminar, también la piscina; han sido días bonitos que estamos viviendo y que ya estamos terminando, porque el sábado ya regresan a sus casas. Ha sido un tiempo de gracia, un tiempo de mucha fe, de oración, un tiempo de compartir y también un tiempo para pedirle al dueño de la mies, que nos regale abundantes vocaciones a la vida sacerdotal”.
Fue así, que el encuentro convocado por la pastoral vocacional, participaron sacerdotes y seminaristas, quienes compartieron diversas jornadas de reflexión en torno a la vocación sacerdotal.
“Tengo 16 años, vivo en la localidad de Lonquimay y bueno, este encuentro que se está dando en Lonquimay, el Campamento Vocacional, nos ayuda a poder discernir la vocación que tiene cada uno, el sentido a que Dios nos llama día a día”, Matías Figueroa.
“Soy de Carahue, tengo 16 años y pasé a 3º Medio. El campamento me gustó mucho, disfruté bastante conocer a nuevas personas, me hice buenos amigos, conocí Lonquimay, que nunca había venido. También aprendí distintas cosas en los talleres que hicieron los seminaristas y bueno, me voy muy contento porque disfruté”, Benjamín Roa.
El objetivo del campamento, es invitar a los jóvenes que tienen una inquietud vocacional, es una oportunidad excelente para profundizar en la vocación de la mano de la oración y la convivencia entre los jóvenes con la misma inquietud. Desde la Pastoral Vocacional de la Diócesis, se ha venido trabajando y orando a lo largo de todo este tiempo con diversas actividades.
Además el campamento vocacional es una oportunidad para brindar a los jóvenes un espacio propicio para que experimenten un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, para que reflexionen sobre el llamado que el Señor les hace y sobre la respuesta que están llamados a dar de manera personal.
“Contarles que ha sido una instancia de formación donde han participado 12 chiquillos de distintas parroquias, de Cristo Rey, de Los Sauces, Curacautín, Lonquimay, San Juan Bautista, Carahue; ha sido una experiencia donde hemos podido compartir fraterno, hemos hecho oración, hemos salido, hecho expediciones, así que agradecidos al Señor por esta oportunidad que envía 12 chiquillos para poder ir discerniendo acerca de lo que El les está pidiendo para su vida, su futuro; entonces hemos compartido bastantes temas que los van orientando en su futuro discernimiento, así que agradecidos al Señor por esta oportunidad que nos da de seguir con el Campamento Vocacional y dejarlos invitados para un próximo”, manifiesta Rodrigo Basly Yáñez, Seminarista de la Diócesis, 7º año de Formación.