Con la oración del llellipún, se comenzó a festejar como ya es una tradición en el último domingo de agosto.
“ [dropcap]M[/dropcap]onseñor Héctor Vargas, la Comunidad parroquial de San Antonio de Padua de Galvarino, lo saluda en este día, ésta es su casa, somos sus colaboradores de la misión, bajo el pastoreo y enseñanza del legítimo Pastor y Padre de todos nosotros… estamos atentos a su mensaje para trabajar en bien de la comunidad cristiana. Nuestro sentimiento, de una comunidad parroquial modesta, pobre, son mayoritariamente campesinas mapuche, con 18 comunidad eclesiales de base activas. Agradecemos su visita, le brindamos un afectuoso aplauso de bienvenida”, fue parte de las palabras al iniciar la Santa Eucaristía que la presidió el Obispo de San José de Temuco, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, ayer domingo 25.
El Obispo de Temuco señaló su agrado de “compartir y celebrar con todos ustedes esta Eucaristía, esta hermosa acción de gracias en el día que la Iglesia celebra el día de los pueblos originarios”. Abordó la variedad de pueblos originarios que hay en este país, con sus similitudes y diferencias, donde recalcó que “todos nos necesitamos y debemos saber vivir en unidad, respetándonos y entendiéndonos, donde todos tienen cosas que aportar y eso nos enriquece como comunidad, al descubrir que todos somos hermanos, iguales en dignidad, que tenemos derechos en tener paz, justicia y alegría y que todos debemos ser respetados en nuestra manera de concebir al mundo y donde todos tenemos que poner de nuestra parte para lograr eso plenamente”.
La comunidad de Galvarino junto a la pastoral mapuche diocesana, convocó a este encuentro para celebrar la fe en el Señor y rogar por los pueblos indígenas, junto al son de tradicionales instrumentos musicales mapuche.
Luego del canto final y de la bendición, la comunidad acompañada por sus animadores y el Obispo, plantaron dos canelos, el árbol sagrado del pueblo mapuche.
Gregorio Cheuquecoi, diácono mapuche
En este día, también se recordó a uno de los primeros diáconos mapuche, cuya Misa funeral fue el sábado 24 de agosto, en la comunidad Chinofcue de la parroquia San Miguel Arcángel de Nueva Imperial, donde más de 500 personas llegaron a despedir a este querido misionero, que según la tradición mapuche, durante la mañana el cuerpo fue trasladado al aire libre y sus seres queridos y familiares compartieron con él por última vez, por eso llegaron en carretas cientos de amigos que con mesas, sillas, alimentos y bebidas, brindaron una despedida junto a todos los asistentes.
Luego, pasado el medio día, se realizó un amul pulli, que es el envío del espíritu, que significa despedir a una persona conocida y que cumplió una tarea significativa en la tierra, donde se le pide que se vaya tranquilo sin mirar hacia atrás porque ya cumplió su tarea en la tierra.
En la ceremonia participó Monseñor Héctor Vargas Bastidas junto a más de 20 consagrados.