Mons. Héctor Vargas Bastidas, obispo de Temuco
Ha sido tanto el dolor y el sufrimiento que viene de la violencia de grupos extremos, afectado enormemente a toda la población, que es por eso que tanto el pueblo mapuche como el resto de la sociedad que vive en La Araucanía, lo único que quieren es poder tener paz y justicia.
El obispo de Temuco, Héctor Vargas envió un esperanzador saludo de Navidad para todas las familias de La Araucanía, acotando que alberga el deseo que la deuda con los pueblos originarios comience a ser saldada por las nuevas autoridades políticas y los poderes del Estado.
Y a días de la segunda vuelta presidencial, en esta última entrevista del año 2021, la autoridad eclesial recibe con » altas expectativas» la noticia del nuevo Gobierno y espera » que le vaya bien», sobre todo, en lo que respecta a su promesa de justicia social
¿Cómo afectó la pandemia el vínculo con los feligreses?
El no tener a los fieles presencialmente para celebrar su fe, el estar alejados de los animadores y del personal consagrado, sin duda, que sido una parte muy dolorosa de la pandemia. De hecho hay personas que han estado más de un año sin poder recibir la comunión y eso ha sido muy triste. Sin embargo, la pandemia nos permitió introducirnos en la tecnología y el resultado ha sido muy impresionante debido a la cantidad de gente que ha participado activamente a través de las plataformas Facebook o de Zoom. Esta modalidad llegó para quedarse también en la Iglesia, dado que la tecnología ayuda y acerca mucho a las personas.
¿Qué expectativas tiene del futuro Gobierno y su desempeño con La Araucanía?
Elegimos a un nuevo Gobierno y las expectativas suelen ser altas. Espero que al nuevo Gobierno le vaya bien, sobre todo en lo relacionado con una mayor justicia social, ya que es lo que la población está solicitando. Y respecto de La Araucanía, el tema es uno solo: no cansarse de dialogar bajo ningún punto de vista porque solamente a través del diálogo llegaremos a consensos para una paz social.
En el marco del conflicto y los atentados ¿qué tipo de gestión espera que impulse el nuevo Gobierno?
Ha sido tanto el dolor y el sufrimiento que viene de la violencia de grupos extremos, afectado enormemente a toda la población, que es por eso que tanto el pueblo mapuche como el resto de la sociedad que vive en La Araucanía, lo único que quieren es poder tener paz y justicia.
Piden que el Estado sea muy eficiente porque la violencia no puede justificarse bajo ningún punto de vista. Entonces, si realmente queremos vivir en paz y con esperanza de obtener justicia se requiere un esfuerzo muy grande, lo que implica una condena muy fuerte a violencia y a las organizaciones criminales, cuyos actos van directamente en contra del ordenamiento jurídico vigente.
¿Cuál es su deseo para La Araucanía para el nuevo año ?
Deseo que después de 200 años, las nuevas autoridades políticas y los poderes del Estado, den respuesta al anhelo, angustia, sufrimiento y esperanza del pueblo mapuche, ya que todo el mundo ha expresado que existe una deuda que debe ser saldada. En 200 años esta deuda no ha sido saldada, así es que los pueblos originarios han ido perdiendo la confianza en el Estado de Chile, así que ahí hay una buena tarea por delante y les deseamos a las nuevas autoridades políticas el poder avanzar en un contexto de democracia.
¿Cuál es el mensaje para las familias de La Araucanía?
Es en la familia, la base de la sociedad, donde se aprenden los primeros principios, valores y la religiosidad. La familia siempre está allí para todo lo que sea contención, en los casos de angustia, de soledad y sufrimiento. Uno podrá tener muchos amigos, y eso está bien, pero la familia es irremplazable, sobre todo, en los momentos más importantes de la vida, más aún cuando estos momentos suelen ser dolorosos. Mi deseo para las familias de La Araucanía es que cada día hagan lo imposible por salvar, conservar y querer con todo el corazón a sus familias.
ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO AUSTRAL DE LA CIUDAD DE TEMUCO, EL DÍA 25 DE DICIEMBRE 2021
18 años de Ordenación Episcopal
Monseñor Héctor, el martes 4 de enero, cumplió 18 años de que fuera ordenado obispo en el año 2004, instancia donde en la celebración eucarística que presidió en el Templo Catedral, el domingo 2 de enero, expresó » Ojalá el Señor nos regale un año pleno de su gracia, que pueda ser un año diferente, distinto desde todos los puntos de vista, que podamos construir entre todos una sociedad más fraterna, más humana y en donde el centro de todo sea el mandamiento del amor». Además, iluminó sus palabras expresando que: » Dios selló con toda la humanidad una nueva alianza, pero esta vez definitiva y para siempre, en donde los sacrificios que se ofrecían quedaba superado por el sacrificio ahora de su Hijo, pero también nos puede suceder a nosotros, que de repente no seamos capaces de ver al Señor, de verlo entre nosotros, que camina con nosotros, que camina en nuestras calles, que salva, que le entrega todo su amor y fortaleza. De manera particular, porque esto lo ofrece a todos nosotros, sin excepción, pero de manera particular a los excluidos, a los pobres, a los necesitados, a aquellos que no tienen fe, etc., aquellos que no cuentan. Es en ellos en donde el Señor se manifiesta y son ellos los primeros en ser capaces de reconocerlo, son capaces de verlo; pero si no estanos atentos podemos vivir toda nuestra vida, sabiendo que hay un Mesías que viene, que vendrá al final de los tiempos, que lo esperamos, pero es un Mesías que de repente nos hemos construido un modelo de Mesías, pero que no es el verdadero y ahí viene la tragedia, en donde llega un punto en que se siente tan sola, tan abandonada, tanta falta de esperanza, sin fe, sin capacidad de dar la vida por los demás, tan egoísta, tan subjetivista».