“El desafío es hacer de nuestros educandos personas íntegras; personas que hayan adquirido una formación integral desde lo humano, lo cristiano y lo franciscano, de tal modo que para ellos sea algo natural vivir desde estos valores y proponerlos a los demás como un proyecto de vida”.
[dropcap]F[/dropcap]ueron dos días que educadores franciscanos se reunieron en el Congreso denominado “La formación integral de la persona, según la antropología y la tradición franciscana, al servicio de la acción educativa”, y cuya sede fue en Temuco, específicamente en el Aula Magna de la Universidad Católica.La jornada del lunes 30 de septiembre, se inició a las nueve de la mañana con el discurso de apertura que brindó el fray Willy Terzan Peters, ofm, y cuyas palabras se focalizaron en una primera instancia en resaltar la vida y obra de San Francisco y de la importancia que éste tiene para la época. Además de cómo se fue adquiriendo este conocimiento sobre la espiritualidad franciscana. Pero, señaló que “No obstante este conocimiento y cercanía para con el Pobre de Asís, muchas veces constatamos que no conocemos bien toda la riqueza y profundidad de la espiritualidad franciscana… Esta falta de un conocimiento más profundo de nuestra espiritualidad, termina no en pocas ocasiones, convirtiéndose en una debilidad en sí misma, especialmente al momento de transmitir ese conocimiento a quienes deben ser nuestros receptores fundamentales, nuestros alumnos y alumnas… hemos de tener muy claro que desde la lógica de San Francisco, todo conocimiento ha de llevar a lo experiencial”, manifestó el Hermano Terzan a los más de 300 asistentes proveniente de diversos establecimientos educacionales de la Diócesis y de otras comunas.
Resaltó, que esto tiene un doble desafío por un lado, transmitir el conocimiento de la vida y espiritualidad de Francisco y, por otro, hacer vida las enseñanzas que nos dejó el Santo de los pobres. “Si en nuestro empeño docente no nos esforzamos por transmitir también la vivencia de las convicciones teóricas, no seremos creíbles para nuestros alumnos y alumnas; vale decir, que si no ven en nosotros testimonios de fraternidad, de paz-serenidad, de alegría y sencillez, de disponibilidad permanente para servir, no podremos llegar al corazón de nuestros alumnos y alumnas y sólo egresarán de nuestros Colegios, jóvenes y jovencitas con una gran cabeza de muchos conocimientos y teoría, pero con un corazón pequeño”.
Ese fue el gran tenor de esta convocatoria, el generar en estos tiempos momentos de reflexión sobre el modo de cómo llevar a la vida estas enseñanzas, “Este congreso de educadores franciscanos tiene precisamente ese objetivo, que nosotros podamos discernir y esclarecer estas interrogantes, no desde cualquier mirada, sino que con los ojos del hermano de Asís”.
Tras este prólogo a la jornada, presentó al hermano Johannes Freyer, quien fue el encargado en estos dos días, de exponer y orientar sobre el modelo antropológico, es decir, la imagen de hombre, como ser humano, según la escuela franciscana.
Francisco, Maestro de formación para una vida nueva
Fue la primera exposición de Fray Freyer, donde indicó orientaciones basadas en este maestro de formación, San Francisco. Entre ellas destaca el vivir, actuar, pensar y hablar con sencillez. Orientar a todas las personas, en su integridad, hacia la meta del único ideal formativo: encontrar a Dios en la vida real. Fomentar el justo equilibrio entre atención a la persona concreta e integración en la fraternidad. Experimentar la Palabra de Dios encarnándola en la propia vida. Provocar y suscitar lo que hay de bueno y de noble en cada uno para vivir con sinceridad el Evangelio. Representar y simbolizar la nueva vida en Cristo con todas las posibles dimensiones de la vida humana.
Además, las siguientes exposiciones fueron sobre la antropología franciscana, donde a modo de conclusión manifestó que “la tradición franciscana está convencida de que si el ser humano sigue su propio interior, que está agraciado por Dios, puede reconciliar este mundo y colaborar a construir la paz y la justicia, preocupándose de las demás creaturas con un cuidado amoroso en vistas a la venida del Reino de Dios”.
En el tercer certamen, que fue ya el día martes 1 de octubre, se basó en el modelo de persona a transmitir en la escuela franciscana desde la visión de la tradición franciscana; donde abordó la antropología como tal, además apuntó sobre la persona y dignidad humana, la libertad y voluntad de este ser, con su conciencia y obrar ético. También, entregó el enfoque para la educación de la persona y ciertas investigaciones neurológicas al respecto.
La última ponencia, fue sobre los caminos educativos franciscanos, donde señaló las vías franciscanas de la educación, destacando la vía al Bien, la vía al Conocimiento, la Vía a la Libertad y la vía al Diálogo. Y, presentó elementos educativos de la figura de un San Francisco como educador con su propio modo de proceder formativo y educativo.
Es bueno contar, que tras las charlas, se realizaban trabajos grupales donde se analizaban ciertos cuestionamientos.
Monseñor Héctor Vargas resaltó el modelo antropológico de San Francisco
Al atardecer del martes 1 de octubre, el Templo Nuestra Señora de Lourdes, más conocida por muchos por la parroquia San Francisco, a las seis de tarde, inició la Santa Eucaristía que fue presidida por el Obispo de San José de Temuco, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, quien como experto en Educación, dado que es Magister en Ciencias de la Educación, por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma y Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, manifestó sus felicitaciones por la realización de este Congreso, y valoró el reunirse a reflexionar en esta tarea en la luz de la espiritualidad franciscana, además de resaltar la importante labor que efectúa la familia franciscana en los establecimientos educacionales que posee en varios lugares de la Diócesis, con una destacada formación cristiana.
Nuestro Obispo, resaltó el tema de la antropología y sobre cómo se está llevando a cabo, señaló sobre el tipo de persona que queremos educar y el concepto del ser humano que hay que tener claro, siendo esto un gran desafío en la actualidad para brindar una real educación de calidad.
Gran hincapié, puso al señalar que la educación hoy en día debiera preocuparse por la persona en formación integral, con un acentuado acompañamiento espiritual. ”Hoy, los jóvenes están basados en el modelo económico y de producción, y se olvidan de la integridad y espiritualidad de los estudiantes, se requiere que su currículum sea un baluarte para discernir lo que es deshumanizante para ellos”.
Nuevamente, expresó su agrado por este Encuentro de centenares de personas, donde se pudo profundizar sobre una verdadera educación y lo que plantea la Iglesia, y el cuestionar lo que le da sentido a la vida y con ello poder construir un proyecto de vida con bases sólidas y “si esto se centró en la vida de San Francisco, es algo muy actual, donde el mundo de los pobres y excluidos está tan presente… el carisma que ilumina sus proyectos educativos, tienen una base muy grande para transmitir a sus alumnos… es la época para sembrar las semillas para tener grandes frutos a futuro… hay que tener la paciencia de Dios para educar en la autentica pedagogía”.
Al finalizar sus palabras, Monseñor Héctor Vargas, les dijo que “su labor es maravillosa, y tiene por finalidad formar santos, esa es la plenitud de todo proyecto educativo y que el currículum sea camino de santidad juvenil”.
Miembros de la Comunidad Educativa Franciscana, presentaron ante el Altar, el Pan y el Vino. El Fuego, signo de la pasión y la fuerza de la espiritualidad Franciscana. El Agua, signo de la transparencia, de la pureza y la sencillez de todo Franciscano. La Tierra, signo del trabajo cotidiano, de la entrega generosa llena de amor, del hombre y la mujer sencilla, pobre y menor.
También, se presentó al Señor, la Cruz de San Damián, ícono de Cristo Glorioso.
La hermana Ramona Soto, Superiora de la Congregación Religiosa Franciscana en Temuco, agradeció a todos los asistentes por su participación en este primer encuentro en esta ciudad.