El We Tripantu, o Wüñoy Xipantu, es la celebración del Año Nuevo mapuche. Ambos conceptos se refieren al mismo acontecimiento, sin embargo, cada cual representa un momento específico. El Wüñoy Xipantu (regreso de la salida del sol), se produce justo a la medianoche, siendo ésta, la noche más larga del año, en donde se unen la noche del ciclo que finaliza y la noche del nuevo ciclo que comienza.
El We Tripantu, tiene mucha relación con la vida mapuche, su religión, filosofía, su concepción de mundo presente y futuro. Señala al año nuevo en el solsticio de invierno (entre el 18 y el 24 de junio), en el hemisferio sur. Durante esos días, la naturaleza comienza a cambiar, llegan las nuevas lluvias que permitirán los nuevos brotes, los ríos renuevan sus aguas, los pájaros madrugan y los animales cambian su pelaje.
Las comunidades se preparan para recibirlo en la noche del 23 de junio, y de esta manera, las familias se reúnen llevando los alimentos que se compartirán. Aun bajo Wüñelfe, el lucero del alba, utilizando una vara, golpean los troncos de los árboles frutales para despertarles la savia.
Con el amanecer del día 24, se inicia un nuevo ciclo de producción, y comienzan las lluvias más intensas, que preparará a la naturaleza para acoger y favorecer el maravilloso crecimiento de la nueva vida. Niños, niñas, jóvenes, adultos y ancianos, acuden al estero, la vertiente más cercana para darse un baño en las cálidas y purificadoras aguas.
Después, vueltos hacia el Oriente donde habita Ngnechen (el Gran Creador) se hace Llellipun (rogativa), la cual, es dirigida por un o una Machi, y durante el día se elevan peticiones o agradecimientos por el cambio de ciclo.
Durante la tarde, dependiendo de la comunidad, se puede jugar palín, bailar, conversar, compartir entre todos los que participan del We Tripantu. Todas estas actividades, están destinadas a fortalecer el espíritu de hermandad del lof (comunidad), la amistad entre grupos familiares y la convivencia entre diversas comunidades. El We Tripantu, es una fecha muy importante para el mundo mapuche.
Nosotros, como Diócesis San José de Temuco, insertos en la riqueza de la cosmovisión mapuche, les agradecemos que fielmente sigan conservando sus tradiciones con mucho orgullo y respeto.
Pbro. Patricio A. Muñoz C.
Miembro del Colegio de Consultores