Diócesis de Temuco

Día de la VIDA CONSAGRADA en Temuco

El lunes 15 de agosto, el Pbro. Juan Andrés Basly Erices, administrador diocesano, presidió la celebración de la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, en la comunidad de las hermanas Franciscanas del sector Dreves, donde participaron religiosas y religiosos de otras congregaciones.

En su homilía, el Padre Juan Andrés, los instó a mantener sus miradas en María, a mirar hacia lo alto, a María glorificada, para continuar animándolos a caminar con confianza por los caminos de la vida de acuerdo a sus carismas.

«Queremos rezar por la labor apostólica, misionera, pastoral y social que realizan los religiosos y religiosas en todo el país. La Asunción de María muestra toda una imagen de la humanidad nueva que ha sido inaugurada ya en la resurrección de Jesús», señalando además que ser consagrado hoy, es una llamada a la alegría y la esperanza.

Continuó sus palabras,  diciendo que: » María nos enseña como nadie a seguir a Jesús, anunciando al Dios de la compasión, trabajando por un mundo más fraterno y confiando en el Padre de los pequeños. María, signo de esperanza. En otra palabras, María nos enseña el camino de la sinodalidad, trabajar juntos por el Reino de Dios. Ahí vemos a María, siempre solidaria con la Iglesia que peregrina, aparece para todos nosotros como un signo de esperanza. Nuestra vida consagrada no es una pasión inútil que termina con la muerte en la nada. Estamos destinados, también nosotros, a ver transformados nuestros cuerpos y nuestras almas, las historias que hemos vivido y todas las realidades que hemos amado».

Reiteró el llamado en acercarse siempre a ella, » Alegrémonos con María porque ha llegado ya a la meta deseada y pidámosle que ella sea siempre para nosotros un signo de esperanza que nos lleve a trabajar por la venida del Reino (…) Esta fiesta de la Asunción es una fiesta que confirma nuestra esperanza cristiana: hay salvación para el hombre. Hay una vida definitiva que se ha cumplido ya en Cristo y que se le ha regalado ya a María en plenitud. Hay resurrección, María es la Madre de nuestra esperanza. Ella es “la perfectamente redimida”, en ella se ha realizado ya de manera eminente y plena lo que esperamos un día vivir también nosotros».

Tras la homilía, se realizó la renovación de votos de consagración, momento muy especial que además fue iluminado por la luz de las velas.  también, en la presentación de las ofrendas, un representante de las congregaciones, presentaron la imagen de su fundador.

La Santa Misa fue concelebrada por el Pbro. Carlos Hernández Cordero, Vicario Judicial y Canciller; Fr. René Pesenti Rivera, de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes y Padre Fernando Vega Cortés, parroquia Corazón de María.