En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y la Dictadura Cívico Militar, el alcalde de Temuco, Roberto Neira Aburto junto al Concejo Municipal, entregaron un reconocimiento de una placa por el legado de la Defensa de la Vida y los Derechos Humanos, al Comité de Solidaridad del Obispado de Temuco, creado el 30 de octubre de 1978 por monseñor Sergio Contreras Navia (QEPD), quien fue Obispo de la Diócesis San José de Temuco entre los años 1977-2001, por su fecunda labor en la protección de las víctimas de la violencia política que vivió el país, entregando apoyo moral y espiritual a personas y familias víctimas de la persecución política, siendo gestor de un compromiso activo de la Iglesia con los derechos humanos.
La ceremonia se realizó en la capilla del Obispado de Temuco, con la presencia del Obispo Diocesano, Monseñor Jorge Concha Cayuqueo; el Vicario General, Pbro. Juan Andrés Basly Erices; el Vicario de Pastoral, Pbro. Ariel Valdez Opazo; el Vicario de Pastoral Social, Pbro. Giglio Linfati Cantergiani; el alcalde de Temuco, Roberto Neira Aburto e integrantes del Comité de Solidaridad del Obispado de Temuco.
En sus palabras, el Obispo de Temuco, Jorge Concha Cayuqueo, agradeció el reconocimiento de la municipalidad y destaca la labor de Monseñor Contreras, acentuando su compromiso inquebrantable con la dignidad de las personas y la solidaridad con los más vulnerables, siendo la Iglesia refugio y consuelo para los perseguidos, demostrando que la fe en Dios puede ser un faro de luz incluso en los momentos más sombríos de la historia, destacando, además, el apoyo inquebrantable a los trabajadores y su lucha por la justicia social, recordándonos que la dignidad de las personas debe ser siempre respetada y protegida donde cada persona tiene un valor intrínseco como hijo de Dios.
De igual manera, se refirió el vicario de Pastoral Social, el Pbro. Giglio Linfati, quien expresó que el legado de Monseñor Sergio Contreras Navia, perdura como un recordatorio conmovedor de la importancia de la fe en Dios, la solidaridad con los desfavorecidos y la defensa de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, incluso en los momentos más difíciles de la historia, y que su vida y obra nos inspiran a seguir luchando por un mundo más justo y compasivo, recordándonos que la fe y la solidaridad pueden iluminar incluso los días más oscuros.
Por su parte, el edil profundizó en la importante labor que efectuó Monseñor Sergio Contreras y de la Iglesia Católica en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura en Chile y a los miembros del Comité de Solidaridad por estar presentes en un lugar especial que solía ser un centro de apoyo para las organizaciones que trabajan en favor de la evangelización, la promoción humana y la defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar. Reconoció y agradeció todo el trabajo de aquellos que arriesgaron sus vidas por proteger a personas perseguidas políticamente, resaltando la importancia de la democracia y la libertad de expresión.