Diócesis de Temuco

Misiones de Verano 2024

La labor social, comunitaria y cristiana son parte esencial de la UCT, valores que los voluntarios de la casa de estudios llevan en cada una de sus actividades, y que luego de más de seis meses de intensa preparación logística y espiritual, reúnen  a las pastorales estudiantiles de la Universidad Católica de Temuco y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en la comuna de Curacautín.

En más de una semana de trabajo -entre el 6 y el 14 de enero- los estudiantes entregan el servicio de la comunidad cordillerana sus diferentes habilidades, buscando impactar de diversas maneras en las personas de la comuna y sus alrededores.

Efraín Sáez, director general de la Pastoral UCT, puntualizó que el trabajo a desarrollar durante estos días, “responde a una instancia que propicia el encuentro, el avivamiento y la celebración de la fe, así como el servicio hacia los más vulnerables y postergados. Por lo anterior, quienes participan de la misión son llamados a poner sus habilidades y competencias profesionales al servicio de la Iglesia, respondiendo a la vocación cristiana de servicio público y regional y a la identidad de ambas pastorales de educación superior, quienes llevan adelante su acción pastoral como fermento del Reino de Dios en el mundo”, dijo.

Llamado Misionero

Las Misiones de Verano 2024 junto con sus versiones anteriores, responden al compromiso de la Diócesis San José de Temuco frente al llamado del Papa Francisco a caminar hacia la sinodalidad; es decir, actuar en conjunto y de manera comunitaria, con un especial énfasis en ampliar y llevar la palabra de Dios al prójimo, avanzando hacia una iglesia que “no tiene otra misión si no la de evangelizar el mundo dando testimonio de Cristo. La identidad de la Iglesia es evangelizar”.

En esta ocasión, el encuentro reúne a cerca de cincuenta voluntarios provenientes de diferentes partes del país, quienes a través de su compromiso y fe comparten junto a las comunidades de la parroquia: San Juan, Padre Hurtado, Juan Pablo II y San Andrés de Curacautín.

Durante los ocho días de misiones, los integrantes de las pastorales universitarias llevan a cabo visitas a hogares, encuentros e intervenciones comunitarias y una escuela de verano misionera destinada a niños y niñas que no tienen la posibilidad de salir de vacaciones.

Por otra parte, los estudiantes y funcionarios que se unieron a la instancia, atienden diferentes necesidades humanas y espirituales de la comunidad del sector, propiciando el encuentro y acompañamiento a quienes forman parte de las comunidades sociales y eclesiales, enfocándose en el servicio hacia los más vulnerables y postergados. Llegando a lugares donde aún no se ha podido atender requerimientos a nivel pastoral, espiritual y socio comunitario a través de las habilidades tanto misioneras como profesionales de los voluntarios con atención de enfermos y visitas a personas solas.

Mauricio González, asesor de la Dirección General de Pastoral UCT comentó la satisfacción y motivación que estas instancias generan en la institución y participantes.

“Estamos muy satisfechos con el trabajo que se ha realizado en torno a las Misiones, con el entusiasmo de los estudiantes, en quienes se siente la emoción y las ansias».

Las misiones de verano dan cuenta de un trabajo en conjunto entre la pastoral UCT y PUCV realizado durante más de un año a través de instancias que han tenido lugar en la región de La Araucanía y de Valparaíso, atendiendo a necesidades sociales y evangelistas de ambos sectores.