Con una gran participación de fieles en todas las parroquias y comunidades de la Diócesis San José de Temuco, se celebró este domingo el inicio de la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos, día en que la Iglesia recuerda la entrada triunfal de Nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén. Entre ramos verdes, cantos y signos de fe, los fieles comenzaron a caminar junto a Cristo el camino de la Pasión, que culminará en la cruz y, gloriosamente, en la Resurrección.
En el Decanato de Angol, con mucha fe y esperanza, las comunidades parroquiales comienzan esta Semana Santa con la bendición de ramos, donde los feligreses acompañarán a Nuestro Señor en su Pasión, Muerte y Resurrección, fue así que las parroquias de Cristo Rey, Inmaculada Concepción, San Buenaventura de Angol, San Juan Bautista de Huequén, San Lorenzo de Renaico, Santos Ángeles Custodios de Los Sauces, San Luis Gonzaga de Collipulli, San Felipe Neri de Capitán Pastene y San Enrique de Purén, donde los fieles en las comunidades rurales y urbanas proclamaron la entrada triunfal del Señor en Jerusalén, para cumplir su misterio pascual.
Y los cientos de fieles, en el Decanato de Victoria, Sagrado Corazón de Lautaro, San Pedro de Curacautín, San Francisco de Asís de Selva Oscura, Nuestra Señora de los Dolores de Perquenco, La Merced de Victoria, Sagrado Corazón de Jesús de la comuna de Victoria, San Judas Tadeo de Ercilla, Sagrado Corazón de Jesús de Traiguén, San Sebastián de Lonquimay elevaron los ramitos de romero y espigas, como signo de que Cristo muriendo en la cruz, triunfó como Rey. Señalar además la visita a los enfermos en el Hospital San José de Victoria, compartiendo la bendición de los ramos.
En Imperial, decanato compuesto por las parroquias San Miguel Arcángel, Nuestra Señora del Carmen de Chol Chol, San Pablo de Carahue, San Antonio de Padua de Galvarino y San José de la Costa de Trovolhue, recuerdan la promesa de amor y esperanza que se avecina en los próximos días santos.
Y en Temuco, en el decanato Sur, los fieles junto a sus párrocos y diáconos de Espíritu Santo, Santo Tomás de Villanueva, San Juan Bautista de Temuco, Anunciación del Señor, Newen Wenu Chaw, Santiago Apóstol, Jesús de la Misericordia de Labranza y Santísima Trinidad celebran por estos días un tiempo colmado de fe y esperanza.
En el decanato Norte, también se preparan para acompañar a Nuestro Señor en su pasión, muerte y resurrección, los hermanos de las comunidades parroquiales de Perpetuo Socorro, San Francisco de Asís de Temuco, Corazón de María, Jesús Obrero, San Juan Pablo II de Pillanlelbún y El Sagrario, con sus ramos y en oración y recogimiento inician estos santos días, un tiempo de salvación.
» Este tiempo nos invita a revisar nuestro corazón»
En el Templo Catedral de Temuco, la celebración fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, acompañado por el vicario general, Pbro. Juan Andrés Basly Erices. La celebración comenzó en la Plaza Aníbal Pinto, donde se realizó la tradicional bendición de ramos, signo de la victoria y la esperanza. Desde allí, cientos de fieles marcharon en procesión hacia la Catedral, portando sus ramos como signo de fe y acompañando con devoción la entrada de Cristo.
Durante su homilía, monseñor Jorge, expresó la profundidad espiritual de este tiempo santo, invitando a todos a vivir estos días con recogimiento, oración y reflexión. “Hoy recordamos a Jesús entrando en Jerusalén como Rey, vitoreado por la multitud. Pero pronto ese mismo pueblo le dará la espalda. Por eso, este tiempo nos invita a revisar nuestro corazón, nuestra fidelidad y a acompañar verdaderamente a Cristo en su camino hacia la cruz”, expresó el obispo.
Ante un Templo Catedral repleto de fieles, el obispo recordó que “a Jesús no le quitan la vida, sino que Él la entrega libremente por todos nosotros”. En esa línea, destacó que la Semana Santa no es un tiempo de tristeza, sino de esperanza profunda, pues “Jesús no se quedó en el sepulcro. Él resucita y ese es el misterio central de nuestra fe, la victoria del amor sobre la muerte”.
Además, el obispo diocesano, hizo un llamado a intensificar la vida de oración durante esta semana, a reencontrarse con Dios y con su Palabra. También abordó con claridad la polémica sobre la posibilidad de reducir la jornada del Viernes Santo, afirmando con firmeza que “no podemos ceder ante un ateísmo práctico que quiere borrar a Dios de nuestra vida y de nuestra historia. El Viernes Santo es un día sagrado para los creyentes, un día de silencio, de recogimiento, de contemplar el sacrificio supremo del Hijo de Dios por nuestra redención”.
Finalmente, el obispo animó a toda la comunidad a participar con fe y esperanza en las celebraciones de Semana Santa que se desarrollarán en toda la diócesis, recordando que esta semana sea para todos una oportunidad para volver al Señor con un corazón sincero.
VIDEO DIOCESANO DE DOMINGO DE RAMOS
GALERÍA FOTOGRÁFICA










































































