Monseñor Vargas llamó a curar las heridas del que sufre

El Jueves  Santo en la Catedral de Temuco,  la comunidad junto a nuestro Pastor, se reunió para conmemorar la Institución de la Eucaristía, del Orden Sagrado y del amor fraterno, dando inicio al Triduo Pascual.

[dropcap]E[/dropcap]l Obispo, señaló que en una tarde como ésta, en la víspera de su Pasión, Jesús se reunió  con sus discípulos para celebrar la Cena de Pascua, mostrándonos en ella cómo ha de ser el amor entre quienes quieren seguirle y ser sus discípulos.

Los feligreses  reunidos en comunidad, celebraron este sacramento de amor, reafirmando cada uno sus anhelos de ser fiel al Señor, imitando en sus propias vidas lo que Él hizo para cumplir en amor la voluntad del Padre.

Dijo que “cuando el Señor presenta la copa y el Pan, Él dice ahora ustedes sigan haciendo esto mismo en conmemoración mía, y en ese momento los instituye sacerdotes, para ofrecer el sacrifico… en esa Noche Santa, el Señor instituye tres cosas, la Eucaristía, el Sacerdocio y el mandamiento del Amor”.

Al referirse al sacerdocio, el obispo señaló “Hay hombres llamados y consagrados por El, para que sigan llevando adelante la tarea sacerdotal suya y en su nombre… en este día, con el lavado de pies, recordamos a la Iglesia, a los sacerdotes, a los fieles laicos, a todos los bautizados, que nosotros estamos para servir, estamos para lavar los pies de una humanidad cansada, que sufre por muchas razones, y alguien debe lavar los pies, curarlos, vendarlos, he ahí el mandamiento del amor, ámense los unos a los otros, ese es el gran mandamiento que nos dejó”.

Nuestro Pastor, manifestó que el lavar los pies al otro es hacerse servidor de todos con amor, que sólo mediante este amor fraterno tiene sentido comer el Pan Eucarístico en la Mesa del Padre.

Agregó además que: “Jesús, después de haber terminado la Cena, se levantó y lavó los pies a sus discípulos, expresando en un hecho concreto su amor, servicio y humildad. Hoy nos invita a hacer lo mismo entre nosotros, haciendo vida el mandamiento ámense unos a otros como yo mismo los he amado”.

“Les he dado el ejemplo para que a partir de ahora, ustedes también se lavan los pies los unos a otros, porque el hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida por los demás”, manifestó.

El Obispo, en un acto de amor, lavó los pies a seis bomberos y seis hermanos del Pueblo Mapuche.

Tras la oración después de la comunión, el obispo incienso el Santísimo Sacramento del Altar y después de adorarlo lo trasladó a la capilla ardiente.

Viernes Santo

La comunidad junto a monseñor Héctor vivió la Liturgia de la Pasión, quienes con un profundo recogimiento se arrodillaron, en oración, besaron la cruz. Luego, desde la Parroquia Corazón de María, se recorrieron céntricas calles con el Vía Crucis.

La Vigilia Pascual del Sábado Santo, se celebrará  las diez de la noche.

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