En la audiencia general de este miércoles, el Papa da las gracias a Dios por su viaje a Albania
[dropcap]B[/dropcap]ajo miles de paraguas de colores se han protegido de la lluvia los peregrinos y fieles venidos de diferentes rincones del mundo para poder compartir la mañana del miércoles con el santo padre Francisco en la audiencia general.El Papa ha hecho su aparición en la plaza de San Pedro hacia las 9,30 de la mañana, en el jeep cubierto, lo que no le ha impedido detenerse durante el recorrido para saludar más de cerca a algunos fieles. Agitando sus banderas y levantando carteles con mensajes de cariño y cercanía para el Pontífice, los presentes mostraban su entusiasmo y alegría al verle pasar.
En la audiencia general, Francisco ha narrado su reciente viaje a Albania del domingo pasado. Por otro lado, el Papa ha hecho esta mañana un llamamiento por la epidemia del ébola y ha dedicado unos palabras a los países de África que lo están sufriendo: «Invito a rezar por ellos y por los que han perdido trágicamente la vida. deseo que no falte la ayuda de la Comunidad Internacional para aliviar los sufrimientos de estos hermanos y hermanas nuestros».
Al hacer el resumen en español, el Papa ha indicado: «Queridos hermanos y hermanas, Hoy quisiera hablar de mi reciente viaje apostólico a Albania. Doy gracias a Dios por haberme permitido mostrar la cercanía de la Iglesia a este pueblo. Un pueblo durante tanto tiempo oprimido por un régimen inhumano, pero donde hoy se puede constatar un renacimiento de la Iglesia, y también la posibilidad concreta de una convivencia pacífica y fructuosa entre personas y comunidades diferentes religiones.
Ésta se basa en un diálogo auténtico en busca de lo que acomuna a las diversas formas religiosas: el camino de la vida, rechazando el relativismo, y la voluntad de hacer bien al prójimo, sin renegar de la respectiva identidad.
Hemos recordado conmovidos a tantas víctimas de la persecución y a los mártires. Ellos no son los vencidos, sino los vencedores, en un régimen que prohibía la fe y quiso exterminar a Dios de todos los ámbitos de la vida. En su testimonio heroico brilla la omnipotencia de Dios, que siempre consuela a su pueblo y abre vías de esperanza. Y nos recuerdan hoy que nuestra fuerza reside principalmente en el amor de Cristo, que nos sostiene en la dificultad y nos inspira la bondad y el perdón, mostrando así la misericordia de Dios».
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, «particularmente a los venidos de España, Puerto Rico, México, Ecuador, El Salvador, Costa Rica, Uruguay, Argentina y otros países latinoamericanos. Que la Virgen del Buen Consejo, patrona de este pueblo-mártir, le ayudé a abrirse a los hermanos en especial a los más débiles, y a construir el presente y el futuro del país y de Europa».
Al finalizar los saludos en todas las lenguas, el Papa ha dedicado unas palabras en especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que ayer hemos celebrado la memoria litúrgica de San Lino papa, el Santo Padre ha pedido que «su amor a la Iglesia, en época de fuertes persecuciones contra los cristianos, inspire la vida espiritual de cada uno: aprendamos a afrontar con valentía también los momentos de adversidad, convencidos que el Señor no deja que nunca nos falté su apoyo y su gracia para cada uno de sus hijos».