Diócesis de Temuco

Actitudes ante una decisión trascendental

Escribe: Comité Permanente de la CECH

En los momentos decisivos de una nación nadie puede excluirse de aportar su opinión. Por ello, hacemos un llamado a todas las personas que tienen derecho a votar para que lo ejerzan desde un conocimiento informado y en conciencia. Más allá de las exigencias legales, el voto es una expresión del amor a Chile, a su pueblo y a su futuro. “Los ciudadanos deben cuanto sea posible tomar parte activa en la vida pública. (…) Es de alabar la conducta de las naciones en las que la mayor parte posible de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública” (GS 31)”.

Todos somos conscientes que el proceso que hemos vivido en estos últimos años, y también la misma discusión constitucional, han dejado de manifiesto los graves desafíos que tenemos como nación, que se han expresado en demandas sociales, políticas y económicas. También hemos comprobado que el proceso vivido no ha logrado la cohesión y adhesión que muchos esperaban. La polarización de posturas políticas e ideológicas ha sido muy manifiesta. Ante esta realidad no cabe el abatimiento o la desesperanza porque Chile, como lo ha demostrado durante su historia, tiene vocación de paz y de unidad.

Queremos hacer un llamado a continuar trabajando por el bien de Chile. En primer lugar, aceptando los resultados del plebiscito sea cual sea la opción que obtenga más votos. Luego, es necesario evitar cualquier tipo de violencia; llamamos a todos a expresar su rechazo a cualquier expresión de la misma, que, como sabemos, termina por afectar a los más necesitados y desvalidos de la sociedad. En tercer lugar, Chile y cada uno de nosotros deberemos continuar nuestro camino como nación. Ello exige una renovada generosidad y capacidad de diálogo, por lo que llamamos a todos, especialmente a los que actúan en la vida pública y en la política, a ampliar la mirada y pensar en común lo que nos pueda llevar a un Chile más justo, fraterno, menos desigual y con mejores oportunidades para todos sus habitantes.

Mediante este mensaje queremos apelar al sentido ético y religioso que habita en el alma de la gran mayoría de los chilenos y chilenas, proponer sendas que nos lleven a terminar con la violencia bajo todas sus formas e invitar a ser factores de unidad y de paz. La fe en Dios y el reconocimiento de un Padre común es un patrimonio de nuestro país que siempre ha sido fuente de unidad y solidaridad.

El amor a Dios, al prójimo y a la Patria, son las fuerzas que deben conducirnos por caminos que edifiquen la paz social y dejen atrás tensiones y conflictos, que deterioran la convivencia y la democracia, para dar paso a la concordia, la prosperidad y la unidad.

Domingo 04 de Septiembre 2022