El sábado 27 de noviembre, la Diócesis San José de Temuco, efectuó este encuentro, instancia que congregó a 250 personas, quienes junto monseñor Héctor Vargas Bastidas, al clero diocesano, diáconos y feligreses de los cinco decanatos, compartieron el llamado de ser una Iglesia sinodal, en comunión, participación y misión.
La jornada se realizó en dependencias del Instituto Claret con todas las medidas sanitarias por la pandemia, comenzó muy temprano con el proceso de inscripción de los convocados. Luego, en comunión, el Vicario de Pastoral, Pbro. Ariel Valdez Opazo, dio la bienvenida y ahondó en el objetivo de la Asamblea, para luego en oración pedir por el caminar de la Iglesia diocesana. Posteriormente, se proyectó un video del peregrinar de estos dos años en pandemia y de algunas actividades que se efectúan en los decanatos de Angol, Victoria, Imperial y Temuco norte y sur.
Trabajos grupales
A continuación, los convocados se reunieron en grupos, cuyo instrumento de trabajo fue tratar sobre las relaciones más evangélicas y las estructuras más sinodales. Luego, al retornar al recinto , el obispo diocesano, monseñor Héctor Vargas, dirigió unas palabras al pueblo de Dios convocado, señalando que: “Agradecer a ustedes porque han mantenido viva su Iglesia, la han mantenido absolutamente viva, esta no es una Iglesia que cerró sus puertas, que se encerró y de la cual casi desapareció, eso ha sucedido en algunas otras partes, en cambio esta Iglesia ha funcionado de una manera maravillosa, con todas las actividades que han hecho, con toda la creatividad, la creatividad de la caridad que afirma el Papa Francisco. Entonces yo he podido ver eso, como su última encíclica Fratelli Tutti, donde habla del Buen Samaritano, una encíclica que está toda así tejida a partir de la parábola del Buen Samaritano. (…) Ustedes lo han testimoniado durante la pandemia, han sido los buenos samaritanos de tanta gente, de tantos hermanos nuestros, fundamentalmente los predilectos del Señor, los hermanos y hermanas de la tercera edad, algunos tuvieron que pasar toda la pandemia encerrados, solos, porque ni la familia los podía visitar y sin embargo, ustedes llegaban hasta allá, los escuchaban, les dejaban alimentos, frazadas, otras necesidades, leña, tanta cosa y ahí estuvieron. Todos sus comedores, la cocinería de María, etc.; en realidad tanta gente encontró al Señor a través de ustedes, de este testimonio, porque no son las palabras las que contagian sino que es el testimonio el que realmente atrae.»
Continuó expresando que: «He leído con mucho detalle lo que ustedes reflexionaron en sus asambleas decanales y la verdad de las cosas, que leyendo eso, hay tanta sintonía, ha habido tanta sintonía en lo que ustedes quieren para su Iglesia y lo que quieren para ustedes en cuanto a agentes pastorales también. Yo creo que han sido muy claros y seguramente al responder las preguntas que nos tocaron ahora, también hemos podido decir lo que sentimos, lo que pensamos, acerca de tanta cosa que tiene que ver con la Iglesia y su misión, yo me quiero quedar fundamentalmente en un tema: la sinodalidad a la que nos llama tanto el Papa, una Iglesia Sinodal y qué significa eso, eso significa vivir profundamente nuestra realidad de ser pueblo de Dios. El Papa lo ha dejado claro, muy claro en la carta que mandó al Pueblo de Dios que camina en Chile y la sinodalidad no es otra cosa que realmente descubrir que todos nosotros conformamos el Pueblo de Dios, todos estamos dentro de eso, gracias a nuestra condición de bautizados, somos el Pueblo de Dios, eso es lo primero. Lo segundo, como Pueblo de Dios, todos somos responsables de la misión y de la vida de este Pueblo (…) la sinodalidad es que todos somos parte del pueblo de Dios y somos todos iguales, lo único que nos diferencia es el servicio que prestamos, no el poder que tenemos, sino el servicio que prestamos. «
Monseñor Vargas, enfatizó diciendo que debemos ser ejemplo de esa nueva humanidad con la que sueña el Papa, » ¿dónde lo va a ver el Mundo?: en la Iglesia, entonces tenemos que partir de allí verdad, dejando afuera tantos egoísmos, competencias, sed de poder (…) Esta nueva forma de relacionarnos, que no es otra cosa de dialogar, escucharnos, querernos, pero querernos mucho, amistad, afecto, cercanía, empatía, solidaridad, diálogo, escucha, que son las cosas que ustedes han puesto y que yo las encontré extraordinarias. Eso que ustedes han puesto ahí es lo que siente tanta , tanta gente, tantos agentes pastorales, tantos laicos también y también lo que el Mundo espera de nosotros.»
Por su parte, el Pbro. Ariel Valdez, Vicario de Pastoral, manifestó, “Estamos muy contentos, muy alegres, muy felices por esta posibilidad que Dios nos regala, justamente había un testimonio de hermanos laicos y es una alegría poder profundizar el Evangelio, la Palabra, la vida comunitaria, en una asamblea que no la habíamos podido realizar el año pasado por situación de pandemia, pero sí habíamos realizado nuestras asambleas decanales. Esta Asamblea Diocesana, es consecuencia del trabajo de nuestros laicos en las asambleas decanales del discernimiento en el espíritu y este año justamente en el ámbito de las asambleas eclesial-nacional, eclesial-latinoamericana y también ese camino sinodal, nosotros profundizamos, dos elementos, líneas de trabajo que son las relaciones más evangélicas, cómo somos capaces de renovarnos y de convertirnos también para poder hacer una Iglesia más cercana, más caritativa, más generosa y por otro lado en el ámbito sinodal, que es un camino que nosotros estamos realizando, es un camino que no termina como dice el Papa Francisco, hoy día la Iglesia ya está en Sínodo, ya está en sinodalidad y esperamos que nunca deje de renovarse y de dialogar, así que muy agradecido de este momento maravilloso y de este encuentro con los hermanos. Nuestro Obispo nos acompañó gracias a Dios, en su salud pudo estar hoy día y eso es una alegría también para nuestra Iglesia Diocesana y la cantidad, bueno, un aforo reducido, 250 personas aproximadamente, en comparación a otros años que habíamos celebrado muchas más personas este Encuentro, pero hoy día tuvimos esa pequeña luz, esa pequeña posibilidad que nos anima a todos.”
Testimonios
“Bastante importante que la Asamblea haya sido presencial, porque volvimos a retomar, a reunirnos. El tema de compartir más, fue bien importante. Fueron temas bien tangentes, es importante eso igual, que los laicos tengamos más importancia dentro de la Iglesia”, Jaime Gutiño, Parroquia Los Santos Ángeles Custodios, Los Sauces.
“Súper bien la Asamblea, hace años que no participaba en un evento, bonita la experiencia de conocer nuevas personas y los temas son al grano algunos, son bastante importantes porque tiene que ver con los últimos años que se han vivido acá como Iglesia”, Patricio Cabezas, Parroquia San Lorenzo, Renaico
“Excelente la Asamblea. Muy bueno los 2 temas, o sea, las 2 porciones, porque primero fue una donde venían 21 preguntas que donde cada uno pudimos dar nuestra opinión y después la segunda parte que también fue muy interesante porque es donde se abordan todos los temas en realidad, los temas que estamos pasando y que hemos pasado”, Faumelisa Cea Martínez, Parroquia San Judas Tadeo, Ercilla
“Me encanta, yo vengo fascinada. Interesante todos los temas que trabajamos, las preguntas muy bien”, Juana Ortega Vallejos, Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, Traiguén.
“Fantástico, primera vez que participo en esto. Esto es maravilloso para mí”, Clemencia Gatica, Parroquia Ntra. Sra. De La Merced, Victoria.
“Me pareció muy bien, porque he visto a gente que no veía desde antes de la pandemia, sacerdotes igual y los temas están bien, sobre todo la sinodalidad, creo que es súper importante. Escuché comentarios en el grupo que estaba, también muy positivos, sobre tomar las decisiones en conjunto, la participación, me gustó mucho”, Orlando Zurita, Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Chol Chol.
Llegada a la Asamblea – proceso inscripción ( primera parte)
Los convocados ( segunda parte)
Trabajos de grupos