El Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, se refiere a los ataques que sufrieron esta tarde las parroquias de la Asunción de la Virgen María y San Francisco de Borja. «Nunca justifiquemos ninguna violencia», señala el pastor en sus declaraciones.
Hermanas y hermanos: Paz y Bien
La violencia es mala, y quien siembra violencia cosecha destrucción, dolor y muerte. Nunca justifiquemos ninguna violencia.
Ya hace un año sufrimos un estallido de violencia que nos causó tanto dolor personal, y tanta destrucción material que pensábamos habría sido una lección amarga y fuerte. Nos ha costado reconstruir las instalaciones, y ha exigido a los más empobrecidos sacrificios e incomodidades constantes; se les hizo la vida más penosa.
Los pobres son los más perjudicados. Esperábamos que no se repitieran esas acciones y esas imágenes. Las acciones violentistas y las imágenes vandálicas las padecemos de nuevo hoy. Sentimos la destrucción de nuestros templos y otros bienes públicos; pero sentimos sobre todo el dolor de tantas personas chilenas de paz y generosidad. Esas imágenes no solo impactan y duelen en Chile, sino que impactan y duelen en otros países y otras gentes del mundo, especialmente hermanos cristianos.
En estos momentos sé el dolor tremendo de los feligreses de la parroquia de la Asunción de la Virgen María, y de la parroquia de Carabineros. Sepan y sientan que estamos unidos a ustedes: no perdamos la fe ni la esperanza: el amor es más fuerte, el amor es más fuerte.
A todos ustedes, queridos feligreses de Santiago, a todos ustedes queridos chilenos y gente de buena voluntad y amante de la paz, les suplico: basta, basta de violencia. No justifiquemos lo injustificable. Dios no quiere la violencia. Nos encontraremos para hacer como comunidad creyente actos de desagravio y de reparación. Ahora los invito a la oración, a purificar nuestro corazón para que no se nos meta ni el deseo de revancha, ni el rencor, ni el odio, ni la violencia.
Hoy, con más fervor, junto a la Virgen del Carmen recemos “Haz de mi un instrumento de tu Paz…”, benditos los que trabajan por la paz, benditos los que hoy pueden cerrar la jornada diciendo: he trabajado por un Chile mejor, he trabajado construyendo paz.
+Monseñor Celestino Aós Braco,
Arzobispo de Santiago.