El Comité Permanente de los obispos de Chile manifiesta su preocupación por la situación que afecta a Ucrania y que amenaza la paz de toda la humanidad, invitando a los católicos a dirigir una plegaria especial por la paz en encuentros y eucaristías de estos días, y a unirse el próximo día 2 de marzo -miércoles de ceniza- a la jornada de oración y ayuno convocada por el Papa Francisco.
“Invitamos a todos a intensificar nuestra oración y nuestras acciones en favor de la paz y la concordia. A los católicos les pedimos que en nuestros encuentros y eucaristías de estos días, dirijamos a Dios una plegaria especial por la paz en Ucrania, y nos unamos el próximo día 2 de marzo, miércoles de ceniza, a la jornada de oración y ayuno a la que nos ha convocado el Papa Francisco”, añaden los representantes del Episcopado nacional.
Para ello, los pastores invitan a las comunidades a rezar con estas palabras del Papa: “Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: ¡Nunca más la guerra!; con la guerra, todo queda destruido. Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino (…) Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra” (Oración por la paz, julio 2014).
“A la Virgen María, Reina de la Paz, nos dirigimos: “Bajo tu amparo nos acogemos. Santa Madre de Dios. No desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades. Antes bien, líbranos de todo peligro. ¡Oh! Virgen Gloriosa y Bendita”, imploran -por el Comité Permanente- los obispos Fernando Chomali Garib, arzobispo de Concepción y vicepresidente de la CECh; Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de San Bernardo; Ricardo Morales Galindo, obispo de Copiapó; y Sergio Pérez de Arce Arriagada, obispo de Chillán, secretario general.