Escribe: Mons. Jorge Concha Cayuqueo, Obispo Diócesis San José de Temuco
Este Domingo la Iglesia, nos invita a celebrar la Transfiguración del Señor,
episodio en el cual, Jesús, antes de su Pasión, Muerte y Resurrección -Misterio
Pascual-, invita a Pedro, Santiago y Juan a la montaña y en presencia de ellos sus
vestiduras cambian de aspecto de una blancura deslumbrante. Este pasaje del
Evangelio es muy importante para comprender la profundidad del misterio del Dios
encarnado, pues, adoramos a un Dios que revela su gloria, sin excluir o esconder
su padecimiento por amor a la humanidad. Por ello es Dios y Hombre Verdadero.
El relato que nos presenta San Mateo 17, 1-9, nos invita a profundizar nuestra
propia experiencia de Dios, donde elevarnos a la contemplación es tan importante,
como el bajar a la realidad que nos rodea; por ello hoy recordamos que la tarea es
siempre reconocer al Señor, en la contemplación, pero de manera inmediata bajar
a la realidad, al día a día, donde la experiencia de Dios se hace rostro humano, en
los necesitados, marginados, migrantes, en todos aquellos que la sociedad
excluye de tantas maneras hoy. La fiesta de la Transfiguración del Señor es una
invitación efectiva a buscar a Dios en momentos de adversidad, pues, Él nos
brinda esperanza y fortaleza en medio de todas aquellas situaciones complejas
que debemos afrontar.
En este sentido, cobra un valor importante celebrar el Mes de agosto, como el mes
de la Solidaridad, ya que, es la oportunidad de hacer efectiva la caridad, para
quienes más lo necesitan; porque la contemplación y la acción siempre requieren
de un fino sentido de la realidad; de lo contrario, caemos en la tentación
filantrópica de amar a Dios, sin consecuencia en lo que nos rodea, como también
quedarnos en el activismo del hacer sin un sentido último y trascendente.
Este tiempo también es propicio para unirnos cada vez más como región, pues, en
medio de los episodios complejos y que muchas veces pueden pretender
quitarnos la paz o la confianza, debemos trabajar por contemplar y anunciar la
Esperanza, ya que la violencia o cualquier forma de odio, no nos ayuda a construir
lazos de hermandad o proyectos comunes. En este punto nos recuerda el papa
Francisco en su carta encíclica Fratelli tutti a: “Ver las diferencias como
oportunidades de crecimiento y respeto para todos”. Es lo que necesitamos seguir
construyendo en la realidad de nuestra querida Araucanía, una verdadera y
significativa amistad social.
Que el Señor nos dé la Gracia de contemplarlo y bajar a la realidad sin quedarnos
de brazos cruzados. Un bendecido Domingo para todos. Paz y Bien.
DOMINGO 06 AGOSTO 2023