Ante la huelga de hambre iniciada por cuatro mapuche en la cárcel de Temuco, y que ya superó los cien días, queremos manifestar como Iglesia nuestra enorme preocupación por este hecho, y así sumarnos a la angustia de sus queridas familias. Nunca nos cansaremos de proclamar que la vida es sagrada, y que por ello en cualquier circunstancia, debemos siempre protegerla, promoverla y defenderla. Es por ello que hacemos un sentido llamado a cuidar este don divino y buscar otras formas de manifestar el malestar y demandas que consideran legítimas.Los hechos por los cuales están formalizados, y que dicen relación con un templo evangélico y el sufrimiento de sus fieles, son objetivamente muy graves y condenables, y esa sería la razón por la cual están siendo procesados de acuerdo a la Ley Antiterrorista.A su vez debe considerarse que según el parecer de juristas, una de las debilidades que presenta esta Ley, es su generalidad a la hora de calificar lo que entiende por un acto de esta naturaleza, lo que es también una complicación. Por otra parte, como es de dominio común, su sola invocación no implica de por sí la culpabilidad y condena de los imputados. Es por ello que la Autoridad respectiva, ha de asegurar un juicio justo mediante el debido proceso, que ofrezca clara garantías a las partes.Asimismo, el hecho que el período de investigación sea tan prolongado, colabora en complejizar el problema, con las consecuencias conocidas. No estamos en contra que las personas que hayan cometidos algún tipo de delito sean juzgada por sus hechos, sino que se le aplique un juicio justo y en los plazos razonables.Ante el conflicto que vivimos por la deuda histórica con el Pueblo Mapuche, y al margen de lo que pueda y deba hacer el Estado, la Región no termina de madurar la convicción que la solución no será posible, si no construimos acuerdos mediante el diálogo sin exclusiones, entre todos quienes vivimos aquí. Diálogo que debe ser según las exigencias de la paz, la verdad, la justicia, y la voluntad de reencontrarnos y construir sociedad. Confiemos que los actuales Proyectos de Ley sobre el Ministerio de Pueblos, Consejo de Pueblos, Ley Araucanía y el Plan Araucanía, sean de rápida tramitación y puedan colaborar en avanzar en estos desafíos.Me preocupa, que de parte de los candidatos a la Presidencia, no tengamos hasta ahora una propuesta que pueda significar una respuesta integral a cuanto estamos viviendo en La Araucanía. Finalmente, una vez más, reiteramos nuestra voluntad y disposición al diálogo con cuantos así lo requieran.
DIOCESIS SAN JOSE DE TEMUCO