Diócesis de Temuco
” Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá” Juan 11, 25-27
Comunicamos el sensible fallecimiento de la Religiosa de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de Angol
Hermana ESTER BRUNA AGUILERA(Q.E.P.D.)
La misa funeral es el viernes 11 de abril, a las 11:00 horas, en la capilla del Convento Santa Ana, Angol.
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Hna. Brunilda Filomena Bruna Aguilera, nombre de religiosa María Ester de la Eucaristía.
Nació el 16 de diciembre de 1930 en la comuna de Angol, Hija de de Zoilo Bruna Olivares y de Graciela del Carmen Aguilera.
Ingresó a la Congregación a la edad de 18 años, el 21 de noviembre de 1948.
Sus primeros profesión religiosa el 24 de mayo de 1952.
Su profesión perpetua el 4 de enero 1961. Su vida dentro de la Congregación la dedicó al servicio de las hermanas, como Maestra de formación, Directora, Consejera General y Secretaria General, y de manera más especial al trabajo incansable de la Comisión Histórica, viviendo en las fraternidades de Temuco, Lautaro, La Florida, Lo Cañas, Nueva Imperial, Angol.
Como maestra dejó una huella imborrable, ya que enseñaba y formaba con pasión, queriendo que todos sus alumnos aprendieran los contenidos que ella entregaba, lo cual hacía con sabiduría y nobleza.
Comenzó su carrera de investigación sobre la vida y obra de la Madre Fundadora, preparada ya con estudios en Roma, con una perseverancia, fidelidad, y una rigurosidad histórica, inigualable. Fue abriendo caminos con claridad y devoción al conocimiento de la realidad y contexto de 1889 (inicios de nuestra Congregación) plasmando en primeros folletos, luego en libros que nos iban despertando a la dormida historia de nuestra madre fundadora y su obra.
«Gracias a ella y con su trabajo, investigando incansablemente día tras día, fue llenando nuestros corazones del conocimiento de lo que había sido nuestra historia. Todo lo que tenemos y sabemos sobre nuestra Congregación se lo debemos a ella», manifiestan desde las Congregación.
Además señalan que: «A lo largo de este camino y de escudriñar nuestra historia, nos queda como regalo su presencia irrepetible al que nosotras tuvimos la suerte de conocer y compartir como hermana de fraternidad, su presencia irradiaba prudencia, delicadeza e inteligencia. Y cuando caminemos por los rincones de nuestra casa madre, sentiremos su presencia y ese amor que puso para dejarnos los tesoros inapreciables de nuestra historia y obra de nuestras Madres fundadoras. Gracias querida hermanita Ester, descansa en Paz».
Nos unimos en oración por su descanso eterno.
