De Cordillera a mar, en las comunidades parroquiales de los decanatos de Angol, Imperial, Victoria, Temuco Norte y Sur, celebraron el inicio del Sagrado Triduo Pascual, al atardecer del Jueves Santo, en Semana Santa.
En el Templo Catedral, el obispo diocesano, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, presidió la Eucaristía junto al Pbro. Juan Andrés Basly Erices, vicario general acompañado de un centenar de feligreses en la Noche Santa.
Nuestro Pastor, en su homilía manifestó sobre la conmemoración de la Institución de la Eucaristía, el memorial de la Pascua del Señor. Recordó que en la Última Cena, mediante la cual el Señor Jesús, “ En la noche en que iba a ser entregado, amó hasta el fin a los suyos que estaban en el mundo, realizó el signo de lavar los pies a los 12 apóstoles, ofreció su cuerpo y su sangre a Dios Padre bajo las especies de pan y vino”.
Profundizó sus palabras en la enseñanza que Jesús da a sus discípulos“ Haciendo el bien y sirviendo hasta dar su vida, y para ejemplificar mejor este llamado, Él lava los pies a sus discípulos y les manifiesta que ustedes me dicen que yo soy el Señor, sí, tienen razón, yo soy el Señor y vean lo que hago, yo que soy el Señor, que tendría que esperar que ustedes me lavaran los pies, que ustedes me hicieran favores, soy yo el que le lavo los pies, yo soy el que les hago favores, yo soy el que me pongo a sus pies y de ahí los miro, desde abajo hacia arriba, hagan ustedes lo mismo, sean servidores unos de otros, no miren de arriba para abajo, miren de abajo para arriba, como nos enseña Jesús y tantas expresiones de servicio que pueden aprender los discípulos, que el Señor fortalezca nuestra vida cristiana, nuestra fe, la haga más evangélica, más conforme a los sentimientos de Jesús.”
Ahondó sus palabras manifestando: “Jesús, en la última cena se levantó y lavó los pies a sus discípulos, expresando en un hecho concreto su amor, servicio y humildad. El Señor nos invita a hacer lo mismo entre nosotros, haciendo vida el mandamiento, “Ámense unos a otros como yo mismo los he amado”. Nuestro obispo, lavó los pies a hermanos de la comunidad parroquial del Sagrario. Posteriormente, se vivió la Hora Santa, en Adoración al Santísimo Sacramento.
Viernes Santo
En la Pasión del Señor, en este día no hay celebración de la Eucaristía, sino que acompañamos a Jesús en su camino hasta el Calvario, meditando su Palabra, adorando la cruz y comulgando su cuerpo ya consagrado y reservado en el Santísimo. En este día tan especial, tengamos presente a todos quienes sufren, en especial a causa de las guerras, de las enfermedades, de la injusticia y
la soledad. Que, por medio del Sufrimiento de Jesús, encontremos paz y esperanza, en los momentos de padecimientos. Con mucho recogimiento, las comunidades participaron en retiros y jornadas de reflexión y luego todas las parroquias acompañamos en su Pasión a nuestro Señor y el camino del Vía Crucis.