Diócesis de Temuco

Emotiva Santa Misa en memoria de Monseñor Héctor Vargas Bastidas

Al cumplir el segundo aniversario, el 7 de marzo, de la pascua de quien fue obispo de la Diócesis San José de Temuco durante los años 2013 al 2022, monseñor Héctor Vargas Bastidas, SDB, la comunidad diocesana, se unió en oración en la Santa Misa en el Templo Catedral para hacer memoria agradecida y recordar su legado, pidiendo al Señor que su alma descanse en paz y su memoria nos inspire a construir un mundo más justo y fraterno para todos.

Fue presidida por Monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, obispo diocesano junto a Monseñor Manuel Camilo Vial ( 2001 a junio 2013 fue obispo de Temuco); Pbro. Juan Andrés Basly Erices, Vicario General; Pbro. Carlos Hernández Cordero, Vicario Judicial; acompañado de los sacerdotes René Riquelme, Sandro Leonelli, Mario Ross, Rodrigo Aguilar, Luis Barrientos, Patricio Gutiérrez, Fabián Husto, Patricio Muñoz y hermanos diáconos, además de familiares de monseñor  Héctor, la prorrectora de la Uct, Marcela Momberg; integrantes del Grupo EPE, trabajadores del Obispado de Temuco y feligreses de distintas comunidades.

El Pbro. Juan Andrés Basly Erices, Vicario General, en su homilía recordó que » El día 7 de marzo del año 2022, a la edad de 70 años, después de una penosa enfermedad, el Señor llamó a la Casa del Padre, al pastor de la Iglesia de San José de Temuco, sin duda que nos sorprendió a todos», sentidas palabras que fueron acompañadas de testimonios de diversas  anécdotas.

Señaló que »  Su cercanía, cariño y un corazón paterno, fueron signos y gestos que caracterizaron su ministerio episcopal, y que la mayoría de los aquí presentes, pudieron vivenciar de Don Héctor, a lo largo de sus casi nueve años como Pastor de nuestra Diócesis; en cada visita, encuentro, jornada, confirmaciones y otras instancias donde pudimos compartir junto a él. Sentimos como Iglesia Diocesana una fe profunda, una esperanza cierta y una caridad que nos desafía a seguir extendiendo el Reino de Dios, como lo hubiese querido Don Héctor»

» Ejerció hasta el fin de sus días el ministerio episcopal y lo hizo con ejemplar dedicación, comprometido con la paz, la educación, la defensa de los derechos humanos, especialmente ejerciendo un rol protagónico en la causa del pueblo mapuche», destacando además al expresar que «sin duda será reconocido  por ser un facilitador de la paz  en la región, fue un líder de la mesa asesora de La Araucanía, fue reconocido por la sociedad civil como pastor conciliador».

El Padre Basly, manifestó además que «fue un factor clave en la generación de los consejos en torno a los temas complejos, como reparación de las víctimas, el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.» Resaltó que al tomar posesión de la Diócesis el año 2013, » Invitó a ser misioneros, ser testimonios vivos de la fe, con un corazón sencillo y una gran fraternidad, llamando a todos los bautizados a evangelizar y recordó que todos somos responsables de la misión de la iglesia».

Emotivas palabras, colmadas de mucho sentir, » Hacemos memoria agradecida por el paso por estas tierras de La Araucanía, espero que nunca olvidemos su legado y lo reconozcamos como un pastor alegre, cariñoso y afable (…) que nuestra presencia sea expresión de gratitud al Señor por el don de la vida ministerial de don Héctor y su súplica confiada en que participará del banquete celestial»

Al concluir su mensaje, el padre Juan Andrés, profundizó en que » Hoy, como Iglesia viva, con una fe profunda, con una esperanza cierta y con una caridad que nos desafía seguir el Reino de Dios, cuando hemos iniciado el camino de nuestro centenario, (…) También recordamos que el 4 de marzo del año 2023, a pocos días de cumplir su primer año de su partida, el Santo Padre nombra como nuevo obispo a  monseñor Jorge Concha, damos gracias a Dios porque hace un año que es nuestro pastor, gracias por su presencia y acompañarnos en el anuncio del Reino de Dios en la Diócesis San José de Temuco».

Al finalizar la Santa Eucaristía, se encomendó al Señor, el alma de quien fuera nuestro Obispo, Monseñor Héctor Vargas Bastidas y con un gesto de respeto y de veneración, se oró ante su lugar de reposo, en la cripta de la Catedral,  donde se asperjó agua bendita, lugar de reposo donde aguarda la resurrección.