Bajo un sol resplandeciente y agradable brisa del sector costero, hermoso día tras semanas de intensas lluvias e inundaciones, la comunidad de San Roque de Nehuentúe, que pertenece a la Parroquia San José de la Costa de Trovolhue junto a la asociación gremial de pescadores local, celebraron a San Pedro, patrono de los pescadores, festividad que busca fortalecer el espíritu religioso de la zona costera .
La jornada comenzó a las 11 horas, con la tradicionalprocesión desde la entrada del pueblo, donde un grupo de pescadores y mariscadores portaban la imagen del querido y protector santo de los pescadores, San Pedro, caminar que fue acompañado por nuestro obispo diocesano, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, junto al Pbro. Jorge Vidal Bustos, párroco de San José de la Costa de Trovolhue; el Pbro. Rodrigo Aguilar Gómez, párroco de Jesús de la Misericordia de Labranza y encargado de la comisión de liturgia diocesana; el diácono Dorian Cánovas Mellado; Nelson Villagra Castro, ceremoniero diocesano y alrededor de 500 fieles provenientes de distintos sectores y de las familias de los pescadores, buzos y mariscadores, participaron el sábado 29 de junio, además de Carabineros, Bomberos y personal de la Armada de Chile.
En el trayecto por las principales calles del pueblo, estuvo presente la oración, el canto y la reflexión, que fue animada por todos los peregrinos, caminar de cerca una hora, donde los lugareños desde sus casas, saludaban con sus pañuelos al viento.
Al llegar la procesión a la comunidad San Roque, se inició la Santa Misa.
SAN PEDRO Y SAN PABLO, TESTIGOS DE LA GLORIA DE DIOS
En su homilía, el obispo diocesano, expresó su sentir en acompañar a la comunidad en la celebración de esta tradicional fiesta, en unión con todos los pescadores de tantas caletas y puertos de Chile que este día de su santo patrono, destacando además el hermoso templo.
En sus palabras, se refirió a estos dos apóstoles, » Estos dos hombres, humildes, pero llenos de fe, se mantuvieron fieles a Dios, enfrentando persecuciones y sufrimientos. Su valentía, su compromiso con la verdad, y sobre todo la gracia de Dios, los hicieron mártires, sellando con su sangre su testimonio de amor a Cristo».
Profundizó que en este tiempo, son muchos los fieles que se acercan a estos dos grandes santos, » Los pescadores se vuelven con renovado fervor hacia San Pedro, pidiendo su ayuda, su intercesión para enfrentar los tantos desafíos del trabajo en las aguas de mares, lagos y ríos, y también para enfrentar las verdaderas tormentas que a veces se dan en la vida. San Pedro y San Pablo nos enseñan a confiar en Dios, en los diversos momentos de la vida personal y de la vida en comunidad. Al igual que a Pedro, Dios nos pide que lo amemos, que no dejemos de amarlo, que permanezcamos en su amor y en el amor a los demás. Que el ejemplo de estos dos grandes hombres, discípulos, apóstoles, misioneros anime e inspire el compromiso de vida y de fe de cada uno, y de las comunidades a las cuales pertenecemos, en favor de la vida, del amor y de la paz.»
En la entrega de dones, hermanos de las comunidades entregaron frutos de sus trabajo, de la comunidad San Roque de Nehuentúe, fueron pescados y mariscos. De la comunidad del sector a Amuley Culinco, presentaron huevos y tortillas; de la localidad de Pilmaiquenco, avellanas. Hermanos de Nehuentúe, llevaron al Altar, el Pan y Vino, que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor. Celebración y procesión que además fue amenizada por el coro parroquial Padre Pedro Pablo de la parroquia San José de la Costa, grupo que destacó nuestro pastor por sus buenas interpretaciones musicales y tan alegre cantar.
Al concluir la Eucaristía, nuevamente, portando la imagen del santo de los pescadores, adornada con redes y coloridas flores a sus pies, los pescadores y en procesión, la comunidad se dirigió hasta el embarcadero del pueblo.
En el lugar, el padre Jorge Vidal Bustos, agradeció la presencia de tantas personas que los han acompañado en la festividad, » Esta celebración, que es tan significa y bonita, como todos los años, es la ocasión propicia para renovar en la confianza en lo que nuestro Señor ha hecho, de lo que él quiso y fue dejar a Pedro como cabeza de la Iglesia y a Pablo, el que lo siguió, lo acompañó, un heraldo en la predicación del Evangelio y también es una ocasión donde la comunidad se reúne junto al pastor, es una ocasión para fraternizar la mesa, es una ocasión para hacernos propósitos y volver a poner a Cristo en el centro y solo con nuestro testimonio de cristianos vamos poder eliminar tantos signos de contrario al Evangelio como son el odio, la lucha de poder, el descalificarnos, el no vivir el amor, que es una decisión, así que como parroquia, queremos renovarnos en esa decisión de amar como Cristo nos amó».
Luego, en diversas embarcaciones y tras la autorización del capitán de la marina, los botes ingresaron en las aguas de río Imperial, donde monseñor Jorge, oró por quienes han perdido sus vidas en estas aguas, rezó por su eterno descanso, por sus familias y por tantos hombres de mar que día a día enfrentan estas gélidas aguas para buscar el sustento para alimentar y mantener a sus familias, especial y muy emotivo momento que fue acompañado por una ofrenda floral que dejó en las aguas, en memoria de ellos.
Por su parte, el hermano pescador, don Emilio Reyes, secretario de la Asociación, agradeció la compañía y colaboración de muchos y extiende la invitación a visitar esta hermosa zona con una destacada gastronomía.