Monseñor Bernardino Piñera Carvallo, cuyo lema episcopal fue “Yo Soy Siervo Tuyo”, fue nombrado Obispo de Temuco por el Papa san Juan XXIII en 1961. Sirvió en esta diócesis durante 17 años, hasta el 28 de diciembre de 1977, cuando fue nombrado Arzobispo de La Serena por el Papa san Pablo VI.
El Papa Juan XXIII lo trasladó a la diócesis de Temuco el 10 de diciembre de 1960. Tomó posesión de la diócesis el 7 de enero de 1961.
Su gran dinamismo hizo de Temuco un centro de novedosas experiencias pastorales, que más tarde marcarían la pastoral del país. Además, organizó la Gran Misión de 1963, que dejó la semilla de las primeras Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Fundó el Instituto Catequístico Diocesano, que orientó la nueva catequesis y formó a centenares de catequistas para las parroquias y escuelas.
Para atender a la numerosa población indígena, creó la Fundación Instituto Indígena, destinado a estudiar y preservar la cultura mapuche y a trabajar en la evangelización y promoción humana de este pueblo, como la promoción y defensa de sus derechos.
Monseñor Piñera dio el impulso al movimiento apostólico de los Cursillos de Cristiandad, que desde entonces se han extendido por todo el país. De igual modo, se preocupó de la formación permanente del clero, de la vida consagrada y del laicado, a la luz de las orientaciones del Concilio Vaticano II, en el cual participó, y que renovarían profundamente a la Iglesia. Con el mismo fin organizó el Sínodo Diocesano de 1968. Para la atención de las comunidades levantó más de un centenar de lugares de culto y animación pastoral, como Parroquias y capillas.
Con motivo de la celebración de sus cien años de vida, Monseñor Bernardino Piñera señaló: “ Estoy muy agradecido de Dios llegar a esta edad, y que me hubieses invitado a celebrar esta Fiesta de San José en Temuco, porque le tengo un gran cariñosa toda su gente, podría decir que de todos los lugares de los que he estado en mi vida y de todas las partes en que he ejercido mi ministerio, la que me ha dejado más gratos recuerdos y me quedó más grabado es Temuco, tal vez porque quizás estaba en la plenitud de mis fuerzas. A mí me tocó bendecir 200 capillas en esta diócesis, aquí sentí que una Iglesia se construye entre todos”.
La Iglesia de Temuco, junto con hacer llegar sus sentidas condolencias a la familia de don Bernardino, informa que con motivo de las actuales normas sanitarias por el Covid 19, no se podrá realizar una eucaristía diocesana presencial. En su lugar, los sacerdotes celebrarán misas virtuales por el eterno descanso de quien fuera nuestro Pastor.
TEMUCO, 21 JUNIO 2020