Diócesis de Temuco

Falleció Padre Francisco Belec

Querido sacerdote que dejó huellas por muchas comunidades mapuche de la Diócesis San José de Temuco.

El Padre Giglio Linfati Cantergiani, nos entrega su testimonio del Padre Belec, a quien recuerda por su trabajo, vida, misión y apostolado.

“El Padre Franz Belec o padre Pancho como se le conocía, era de los sacerdotes de la congregación de misioneros de los canadienses. Lo conocí en los comienzos de la década del año1960, llegó como misionero a nuestra Diócesis San José de Temuco dentro de un número grande de misioneros que provenían de distintos lugares a Chile, en una época en que Monseñor Bernardino Piñera buscaba sacerdotes de todos lados para traer a la Diócesis, ya que sacerdotes propios diocesanos habían muy pocos y entre esos grupos llegó el padre Pancho Belec y fue de misionero a trabajar a Lumaco, precisamente en el pueblo donde yo nací y me crié, Lumaco, Capitán Pastene.  Serví como acólito, comencé como acólito con el padre Pancho Belec en esa época y le acompañé varias veces en misiones en los campos. Él igual como San Pablo que se hacía griego con los griegos, el padre Pancho Belec se hizo mapuche con los mapuches. Él aprendió el mapudungun perfectamente, mejor, diría yo casi, que alguien del propio pueblo mapuche y se dedicó a promover la cultura del pueblo mapuche junto con la evangelización, el tema de la cultura, en una época que no se hablaba de interculturalidad. El padre Pancho Belec fue un gran misionero entre el pueblo mapuche, se integró a la Pastoral Mapuche que era muy fuerte en esa época, que estaba ligada a la Fundación Instituto Indígena, recorría todas las comunidades mapuches de diversas parroquias y no sé cuántos años estuvo trabajando en la Diócesis de Temuco. Después se trasladó a la Diócesis de Villarrica, creo que estuvo cerca de Puerto Domínguez o Puerto Saavedra, trabajando y después fue trasladado a trabajar con los temporeros en la zona central y después ya envejeció, pasaron los años y retornó a Canadá. Mantuve siempre contacto con él y me enviaba fotografías, me contaba cómo estaba y recibí hoy día la noticia de que había fallecido.

Junto con el padre Eugenio Teissen, los sacerdotes de Maryknoll, formó un equipo de trabajo que recorrían las Diócesis, las comunidades mapuche, vivieron junto con las comunidades mapuche en las mismas rucas; habían rucas en esa época y allí aprendieron el idioma y trabajaron, hacían grandes misiones y por eso estamos muy agradecidos de la vida del padre Francisco Belec  y seguramente Dios le tiene un lugar preparado para los siervos buenos y fieles como era el padre Belec.

P. Francisco Belec, canadiense, el cura de mi niñez, mi amigo, un gran misionero entre las comunidades mapuche ¡Descansa en Paz y que Dios le reciba ahora en su Reino!”.