Al atardecer del lunes 18 de marzo, se celebró la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María, patrono de nuestra Diócesis, la cual fue erigida por el papa Pio XI, el año 1925, bajo el patrocinio de San José, siendo su primer obispo monseñor Prudencio Contardo.
Fue así, que se dio inicio a un nuevo y desafiante año pastoral, donde se encomendó a San José, también, por nuestra región y por la paz.
El Obispo diocesano, monseñor Héctor Vargas Bastidas, dijo: “José, un hombre justo, respetuoso de la ley, un trabajador, humilde, enamorado de María… un hombre concreto, pero con el corazón abierto, el hombre de los sueños. El sueño es un puesto privilegiado para buscar la verdad, porque allí no nos defendemos de la verdad. Dios también habla en los sueños”.
Agregó: “Querida Iglesia Diocesana, al igual que nuestro Patrono San José, que nunca se pierda entre nosotros la capacidad de soñar, la capacidad de abrirse al mañana con confianza, no obstante las dificultades que puedan surgir. No perder jamás la capacidad de soñar el futuro. Soñar sobre nuestra familia, sobre nuestros hijos, sobre nuestros padres y abuelos”.
Además, nos recordó sobre un hecho maravilloso en nuestra región: “Hace poco, se cumplió un año de la histórica visita del Santo Padre Francisco, a nuestra Diócesis. En aquella ocasión, junto con compartirle la enorme alegría y esperanza con que le acogíamos, le agradecíamos profundamente su presencia de pastor universal en medio nuestro, y por venir a confirmarnos en la fe, ofreciéndonos el consuelo y el gozo del evangelio de la paz, el amor y la misericordia”.
“Le dábamos la bienvenida a San José de Temuco, señalándole que somos una sencilla Iglesia de periferia, que se esfuerza por hacer realidad la sinodalidad, mediante la activa participación y servicio de tantos agentes pastorales laicos y consagrados, que buscan junto al Pastor, conocer lo que el espíritu de verdad quiere decirle a esta porción del pueblo de Dios”.
Al respecto manifestó que: “ De igual forma le compartíamos que animados por la fe, nos asiste la convicción que solo mediante el diálogo y la irrenunciable búsqueda de acuerdos, es posible iniciar un camino sin retorno hacia la paz por la justicia, tanto para el pueblo mapuche, como para el resto de la sociedad local en sus legítimas demandas y anhelos… por ello, desde la experiencia del encuentro con Cristo en esta tierra bendita, nos sentimos llamados a testimoniar la alegría de ser discípulos del Señor, y por haber sido enviados en esta Araucanía con el tesoro del evangelio, que deseamos llegue a todos quienes están heridos por las adversidades”.
Para el presente año, expresó: “Como San José, nuestra iglesia diocesana ha discernido también sus sueños y siguiendo las exhortaciones del Papa Francisco lo ha hecho desde la opción de la sinodalidad. Ello implica que todos los bautizados y más aun los agentes pastorales, consagrados y laicos sin excepción, conformamos el único santo pueblo de Dios que es la Iglesia, y que por lo tanto, desde esa unción bautismal, estamos llamados y exigidos a hacernos cargo de la vida y misión de la Iglesia, cada uno y cada una, desde el carisma y los dones que el Espíritu ha suscitado dentro de sí, por el bien del Cuerpo de Cristo que es su Iglesia… es por ello que deseo asimismo, en esta fiesta patronal, agradecer a los cientos de hermanas y hermanos, que desde sus comunidades, asambleas decanales y diocesana, han permitido con su generoso trabajo y discernimiento espiritual, la elaboración de las Acentuaciones Pastorales para este año”.
Cabe destacar, que al culminar su homilía, nuestro Pastor, saludó a los sacerdotes que estaban de aniversario de Ordenación y además presentó a la comunidad, al Pbro. Elisban Juan Vicente ( Perú) que estará en la Parroquia San Felipe Neri de Capitán Pastene y el Pbro. Claudio Aguirre (Venezuela), en la parroquia San Sebastián de Lonquimay.