El Santo Padre retoma las audiencias de los miércoles. Lamenta las brutalidades en Níger y recuerda que no se puede hacer la guerra en nombre de Dios. Habla de su viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas.
[dropcap]E[/dropcap]l santo padre Francisco ha invitado a rezar por las víctimas de las manifestaciones de estos últimos días “en el amado Níger”. Se han cometido brutalidades, con los cristianos, los niños, las iglesias… De este modo, ha pedido al Señor “el don de la reconciliación y de la paz, para que el sentimiento religioso no se convierta nunca en ocasión de violencia, de abuso de poder o de destrucción. No se puede hacer la guerra en nombre de Dios”. Asimismo ha deseado “que se reestablezca cuanto antes un clima de respeto recíproco y de pacífica convivencia para el bien de todos”. El llamamiento lo ha hecho durante la audiencia general, en la que este miércoles ha hablado a los fieles reunidos en el aula Pablo VI sobre su reciente viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas. Al finalizar estas palabras, todos los presentes han rezado el Ave María.Pocos minutos antes de las diez de la mañana, el Santo Padre llegó al Aula y saludó a los fieles que se encontraban a ambos lados del pasillo despertando gran entusiasmo.
En el resumen de la catequesis hecho por el Papa en español, ha indicado:
“Queridos hermanos y hermanas: Hoy me gustaría hablarles de mi reciente viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas, donde he podido encontrarme con las comunidades católicas para confirmarlas en la fe y en la misión, para animarlas a buscar cada vez más el bien común de la sociedad y para favorecer el diálogo interreligioso en el servicio de la paz”. Así, ha explicado que “en Sri Lanka, he canonizado al gran evangelizador San José Vaz, modelo para los cristianos de hoy, llamados a presentar cada día la verdad salvífica del Evangelio en un contexto multirreligioso. En las diversas reuniones con las autoridades civiles y los líderes religiosos, he tenido ocasión de subrayar la importancia del diálogo y del respeto a la dignidad de la persona, en la búsqueda paciente de la reconciliación y la concordia. En el Santuario de Nuestra Señora de Madhu, pedí a la Virgen María, nuestra Madre, el don de la unidad y de la paz para todo el pueblo de Sri Lanka”.
También ha precisado que “en Filipinas, que está a punto de celebrar el quinto centenario de la llegada de los primeros misioneros, insistí en la constante fecundidad del Evangelio y su capacidad de generar una sociedad digna del hombre. Las celebraciones con las familias y los jóvenes han sido momentos destacados del viaje. Además, he querido expresar mi cercanía a cuantos sufren a causa de la devastación del tifón Yolanda. Invito a rezar constantemente por todo el continente asiático”.
A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española, “en particular a los formadores de Seminarios reunidos en el Pontificio Colegio Español de San José, de Roma, para un curso de actualización. También saludo a los grupos venidos de España, México, veo que hay mucho mexicano por allá, Argentina y otros países latinoamericanos. Que Dios les bendiga. Muchas gracias”.
Al finalizar, ha dedicado un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Además, ha recordado que la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos que estamos celebrando “nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre nuestra pertenencia a Cristo y a la Iglesia”.
Y así ha pedido a los jóvenes que recen “para que todos los cristianos sean una única familia”, a los enfermos que ofrezcan sus “sufrimientos por la causa de la unidad de la Iglesia de Cristo”. A los recién casados les ha pedido que hagan experiencia del amor gratuito, como es el de Dios por la humanidad.