Este martes comenzó en Santiago la tercera jornada nacional de prevención de abusos a menores de edad.
[dropcap]U[/dropcap]na dinámica de reencuentro, en que se compartió lo vivido por la Iglesia en el último año y las expectativas de los asistentes para la presente jornada, marcó el inicio de la tercera Jornada nacional de Prevención de Abusos a Menores de edad, instancia convocada por la Conferencia Episcopal de Chile.
El encuentro se realiza en el Centro salesiano de espiritualidad, en Lo Cañas, y se extenderá hasta el mediodía de este jueves 26. En sus sesiones del primer día contó con la participación de cerca de 50 personas, provenientes de diócesis y de congregaciones religiosas presentes en el país.
Las palabras inaugurales estuvieron a cargo de Mons. Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo y miembro del Consejo nacional para la Prevención de Abusos a Menores de Edad. En su reflexión, el obispo dio la bienvenida a los participantes y les animó en el servicio eclesial que prestan en un tema tan delicado como la prevención de abusos.
«Ha sido uno de los temas más difíciles que nos ha tocado vivir como Iglesia. Trabajar en la prevención de abusos no ha sido un trabajo fácil, porque lo hemos
desarrollado en medio de las tensiones propias de un tema tan doloroso», expresó el pastor.
Aprendizaje desde el dolor de las víctimas
Mons. González sostuvo que gracias a Dios la Iglesia ha hecho algunos aprendizajes en este caminar: «hemos aprendido del dolor de las víctimas, a quienes hemos procurado siempre poner en el centro prioritario de nuestra preocupación; hemos aprendido a ser humildes, y también hemos aprendido a trabajar en equipo».
Junto con valorar el trabajo realizado por el Consejo nacional en estos dos años y medio, destacó las visitas a diócesis y el trabajo formativo que en éstas, en
CONFERRE y en las congregaciones, se ha venido realizando «no exento de dificultades, pero siempre con el mejor ánimo de servir al Señor y a la Iglesia».
Finalmente, Mons. González invitó a todos los participantes a ofrecer las misas y momentos de oración de la Jornada por las intenciones de las personas que han sido víctimas de abusos. «Pidamos al Señor, por la intercesión de nuestra madre María, que sepamos como Iglesia iluminar todos los ámbitos donde hay relaciones de subordinación para cuidar la dignidad de los niños y jóvenes», concluyó el obispo de San Bernardo.
La jornada continúa la tarde de este martes con una exposición del trabajo realizado en el último año por el Consejo Nacional para la Prevención de Abusos a Menores de Edad y Acompañamiento a Víctimas, organismo de la Conferencia Episcopal creado en 2011 con la finalidad de “proponer, orientar, supervisar y evaluar las políticas de prevención de abusos sexuales de menores”, como
asimismo ofrecer el necesario apoyo a las víctimas. Esta exposición estuvo a cargo de los consejeros María Elena Pimstein y p. Fernando Ramos.
También se pasará revista al modo en que las diócesis y las congregaciones han asumido el desafío pastoral de promover en la Iglesia y en toda la sociedad el respeto a la dignidad de los menores de edad, la valoración de espacios de confianza y la actitud de acogida y cercanía con quienes han sido vulnerados y sus familias.
El día miércoles se profundizará, con el apoyo del Centro del Buen Trato, organismo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en los elementos para elaborar programas preventivos en la Pastoral de la Iglesia Católica en Chile.
La reunión también contemplará una reflexión sobre los fundamentos teológicos y bíblicos de la prevención de abusos, y se dispone también de un tiempo para la realización de talleres, en los que se abordarán asuntos específicos de la tarea de los delegados.