La celebración del nacimiento de Jesús llenó de esperanza y unidad a las comunidades de la Diócesis San José de Temuco durante esta Navidad. Desde los cinco decanatos que conforman nuestra diócesis, se vivieron con gran fervor las misas de Nochebuena y Navidad, marcadas por el profundo sentir y la alegría de recordar el nacimiento del Niño Dios.
En cada parroquia, las familias se congregaron para celebrar juntos el nacimiento del Niño Dios. En muchas comunidades, se realizaron representaciones de pesebres vivientes que acercaron a pequeños y grandes al significado del pesebre de Belén.
En el Templo Catedral, colmado de fieles que acudieron la noche del 24 de diciembre a celebrar la Misa de Nochebuena, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, obispo diocesano, junto al párroco Juan Andrés Basly Erices, profundizó sus palabras en un mensaje esperanzador en su homilía, centrado en que el nacimiento del Niño Dios es el verdadero motivo de la alegría y la esperanza que llena los corazones en esta celebración.
“El Niño Dios vino para dar alegría y esperanza al mundo. Él es el centro de la Navidad, la razón de nuestra unidad como familia y de nuestro llamado a vivir en el amor. En estos días, nuestra mirada y nuestro corazón deben centrarse en Jesús, que nos muestra el camino de la paz”, señaló el obispo.
Al finalizar, el obispo dio una bendición especial a los niños y les regaló un pequeño presente.