Durante la celebración Eucarística de la fiesta de la Santísima Trinidad, en la parroquia de Cristo Rey de Angol, un fulminante infarto provocó la repentina muerte del querido diácono permanente José Saravia Contreras, a la edad de 70 años.
[dropcap]L[/dropcap]a Misa de exequias fue el martes 24, donde cientos de personas acompañaron en el último adiós a quien por 17 años, a través de su querido ministerio del diaconado, llevó la Palabra a tantos hermanos.El párroco de Cristo Rey, el Pbro. Sandro Leonelli, en su homilía, dio las gracias por el don de la vida, fe, vocación, con los cuales Dios enriquece a su Iglesia con distintos carismas: “Agradecemos por la vida y ministerio de don José, padre de 3 hijos y 2 nietos (…) un hombre con gran capacidad de servicio en la parroquia, en la cual el Señor hizo su presencia en esta Iglesia a través de este hermano, con una tremenda trayectoria pastoral”.
El Padre Sandro, llamó a tener fuerza para demostrar nuestra vocación y amor a la Iglesia, ejerciendo el apostolado con más presencia: “ Hermanos, debemos mostrar nuestra condición de bautizados como discípulos de Cristo, don José es un claro ejemplo, hay tanto que hacer por el Evangelio y el Reino, debemos ser sal y luz, tenemos que alumbrar la vida de tantos (…) Por eso, agradecemos mucho por su gran fe y testimonio, siempre refiriéndose al Señor y tampoco nunca olvidaremos su frase “ hay que adorar a Dios”, por eso hoy debemos seguir con su legado en tanta pastoral que él asistía”.
“Estamos afectados por su partida, porque fue todo muy inesperado y rápido, pero a su vez damos gracias a Dios porque nos regaló a la persona de don José, como hombre, padre, esposo, servidor de la Iglesia, damos gracias a Dios por su ejemplo. Su entrega fue un regalo de Dios, su partida fue el domingo, día del Señor en la Santa Misa, en plena Eucaristía el Señor lo llamó a su presencia”, señaló el párroco de Cristo Rey.
Palabras de gratitud y reconocimiento, también entregó nuestro Pastor, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, quien junto a 15 sacerdotes y 25 diáconos llegaron a su despedida y acompañar a su familia: “Más allá de la tristeza y del desconcierto por ser algo tan repentino, que provoca para toda la comunidad cristiana y también para su familia su partida, es sin embargo, una alegría enorme el ver el reconocimiento tan grande que Angol le ha entregado a este hermano diácono, que lo ha acompañado masivamente desde el primer minuto y deja ver que su Ministerio Diaconal en realidad fue un regalo muy grande para Angol, para tanta gente que a través de él, pudo conocer al Señor y también el sentir la presencia y compañía en tantos momentos de tristeza, abandono, sufrimiento”.
Manifestó además el Obispo diocesano que: “En la Eucaristía, él se desplomó producto de un infarto y fue muy conmovedor para toda la comunidad que estaba presente, pero le permitió a la comunidad desde el primer minuto acompañarlo, rezar mucho (….), yo creo que el partir al cielo, mientras se está sirviendo en el Altar, es también una bendición y una gracia de Dios.
Esto ocurrió en el día en que la Iglesia celebraba la Santísima Trinidad, en que la Iglesia celebra la fiesta de Dios (….) Al ver llegar a tanta gente, nos hace ver que cuando alguien vive su vida cristianamente, el bien que puede hacer es enorme, este es un ejemplo muy concreto, en donde a pesar de su edad, él hasta el último día se dedicó a la gente, a servir a los demás, a los más necesitados y eso también llenó su vida de sentido y de significados muy hermosos, que él los vivió muy profundamente(…) Es una pérdida muy grande, nos hará mucha falta. Este año se ordenarán 8 nuevos diáconos, que han terminado su formación y otros 30 comienzan la Escuela del Diaconado, pero aún así siguen siendo pocos, considerando que esta Diócesis es muy grande y hay más de 500 comunidades eclesiales de base que nos toca atender, de tal manera que siempre hacen falta ministros”.
El diácono José Saravia, fue ordenado el año 1998 por monseñor Jorge Hourton.