Diócesis de Temuco
Con una gran concurrencia de fieles y profunda emoción, se celebró el sábado 14 de junio la misa por la pronta beatificación de Fray Andresito, en el Templo Recoleta Franciscana. La eucaristía fue presidida por el hermano Jorge Concha, ofm, actual obispo de Temuco, quien motivó a los asistentes a seguir el ejemplo de humildad, servicio y amor del Venerable.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
Durante su homilía, el obispo Concha recordó el inmenso legado de Fray Andresito, especialmente su cercanía con los más pobres y marginados. “Su vida fue una expresión radical del Evangelio. Sirvió a los necesitados sin mirar su condición. Hoy, más que nunca, necesitamos su testimonio para reencontrarnos como sociedad”, señaló, llamando a los presentes a orar juntos por su beatificación y por los desafíos actuales del mundo.
El hermano Jorge Concha, ofm, también hizo un llamado a vivir la fe de manera comunitaria, remarcando que “todos somos un solo cuerpo en Cristo”, y que como Pueblo de Diosdebemos mantenernos unidos en la oración. En este contexto, se pidió especialmente por la paz en Medio Oriente, recordando los graves conflictos bélicos que afectan a millones de inocentes. “El amor de Dios nos apremia y nos llama a interceder por los que más sufren”, expresó.
En un momento especialmente emotivo, el obispo citó al cardenal Raúl Silva Henríquez, quien utilizaba el lema “el amor de Cristo nos apremia”; donde reforzó la necesidad de vivir la fe como un compromiso concreto con los demás, tal como lo hizo Fray Andresito. “La confianza, el perdón y el amor son claves para reconstruir un tejido social herido. Sin esos valores, no hay verdadera paz”, enfatizó.
“Nos apremia el amor de Cristo y el amor que cada uno de nosotros lleva en su corazón. Cristo es nuestra meta, donde el premio es la vida eterna. No es solo un camino personal interior, sino que es amor hacia los demás. Buscando siempre el bien como lo hizo Fray Andresito. El amor nos apremia a construir confianza”, animó el hermano Jorge Concha, ofm.
La misa también fue una oportunidad para renovar el compromiso misionero de los laicos y religiosos, recordando que la santidad no está reservada a unos pocos. “Todos estamos llamados a vivir con radicalidad el amor de Cristo. Fray Andresito es un ejemplo de que se puede ser santo desde lo cotidiano”, destacó el obispo Concha, animando a los fieles a vivir con mayor coherencia la fecristiana.
El ambiente de oración y recogimiento fue acompañado por cantos y gestos litúrgicosque hicieron visible la espiritualidad Franciscana, dando cuenta de la devoción popular que sigue creciendo en torno a Fray Andresito en medio del pueblo chileno que asiste regularmente al Templo Recoleta Franciscana.
Todo culminó como es habitual a los pies de la tumba donde descansan los restos de Fray Andresito. Allí, los fieles rezaron la oración habitual por su pronta beatificación, como también por aquellas intenciones personales.
Fuente: www.Franciscanos.cl
