La Iglesia de Temuco, celebró este 8 de diciembre, la clausura de la Puerta Santa y junto a la Iglesia universal, la fiesta mariana situada en el marco del Adviento.
Fue así que al medio día de este jueves, en el Templo Catedral, el Obispo de Temuco, cerró la Puerta Santa de la Misericordia, “Hoy, en nuestra Iglesia Diocesana, hemos cerrado la Puerta Santa de la Misericordia, que solemnemente y llenos de esperanza y de fe, abrimos hace un año atrás (…) cumplimos este gesto, a la vez sencillo y fuertemente simbólico, a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado”, señaló Monseñor Vargas.
Agregó: “La Virgen María está llamada en primer lugar a regocijarse por todo lo que el Señor hizo en ella. La gracia de Dios la envolvió, haciéndola digna de convertirse en la Madre de Cristo (…) la plenitud de la gracia transforma el corazón y lo hace capaz de realizar este acto tan grande que cambiará la historia de la humanidad”.
“La fiesta de la Inmaculada Concepción expresa la grandeza del amor de Dios. El no sólo perdona el pecado, sino que en María llega a prevenir la culpa original que todo hombre lleva en sí cuando viene a este mundo (…) Este Año Extraordinario ha sido también un don de gracia. Entrar por la Puerta significa descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale personalmente al encuentro de cada uno. Es El el que nos busca. Es El el que sale a nuestro encuentro. Ha sido un año para creer en la convicción de la misericordia ( …)debemos anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios tendrá lugar siempre a la luz de la misericordia. Que el haber atravesado la Puerta Santa, por lo tanto, haga que nos sintamos partícipes de este misterio de amor. Abandonemos toda forma de miedo y temor, porque no es propio de quien es amado, vivamos mas bien la alegría del encuentro con la gracia que lo transforma todo”, manifestó el Obispo de Temuco.
Monseñor Vargas fue muy claro en señalar que: “Pidamos la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón, sino de saber ir más allá del mal y de las divergencias, abriendo cualquier posible vía de esperanza (…) continuemos nuestro camino, juntos. Nos acompaña la Virgen María, es la Madre de la misericordia, a la que encomendamos todas nuestras situaciones, todas nuestras súplicas, dirigidas a sus ojos misericordiosos, que no quedarán sin respuesta.
9 mil personas se congregaron en Gruta Nuestra Señora de Lourdes
A los pies del Cerro Ñielol, miles de peregrinos de todas las parroquias de los Decanatos de Temuco Sur y Norte, llegaron a esta fiesta mariana.
Muchos feligreses junto a sus párrocos, iniciaron el trayecto alrededor de las 13 horas para participar de la Santa Eucaristía que presidió monseñor Héctor Vargas a las cinco de la tarde.
En su homilía, el Pastor diocesano señaló que: “María, la única creatura sin pecado, Inmaculada. En el Evangelio en una sola frase, es llamada por eso llena de gracia, quiere decir que en ella, por estar llena de gracia, no existe lugar para el pecado. Por eso también nosotros, cuando nos dirigimos a ella la invocamos como llena de gracia, sin la sombra del mal, Inmaculada”
Expresó que cada sí a Dios, da origen a historias de salvación para nosotros y para los demás, como ocurrió con María (…) en el camino del Adviento que hemos iniciado, Dios desea visitarnos y espera nuestro Sí, que se haga en mí tu voluntad de bien. Este es el Sí, con generosidad y confianza, como María, cada uno de nosotros debe dar su sí personal a Dios.
Cabe destacar, que durante toda la jornada sacerdotes realizaron confesiones en esta fiesta de la Virgen María.