Fueron tres días donde la espiritualidad fue el eje central, “Fue un retiro bien participativo con una gran asistencia de jóvenes y adultos donde se manifestó una marcada madurez y entendimiento de qué es la espiritualidad tanto católica como mapuche y de cómo llegar a ser un werkén, un mensajero de Jesús y ser testimonio dentro de cada comunidad”, señala Isolde Reuque, de la Pastoral Mapuche.
Agregó además que “desde un comienzo se vio la espiritualidad y de la forma de llevar las distintas celebraciones y todo eso viendo los textos bíblicos, también durante la evaluación se habló de la fraternidad, la alegría y de la forma de hacer oración”.
Otra instancia que tuvo un gran realce, fue la participación del Obispo de la Diócesis, Monseñor Héctor Vargas, quien los acompañó durante la jornada del sábado: “Fue un momento muy maravilloso, él se sumó a nuestra actividad, él nos escuchó con mucha atención lo que la gente le manifestó sobre el significado y aportes del retiro, además le plantearon temas puntuales del pueblo mapuche, sobre su desarrollo como tal, sobre la tierra, sobre educación. Luego, nos acompañó en la Santa Eucaristía que fue intercultural, una parte en mapudungún y la otra en castellano, la gente compartió con él y lo sintió muy cercano. Al igual nuestro Obispo manifestó su gran interés y de lo mucho que desea conocer y aprender del Pueblo Mapuche”, manifestó Isolde.
La celebración culminó con un purrún que fue un grato compartir fraterno.