El obispo presidente del Área Educación de la CECh manifestó los principales desafíos para combatir este mal que afecta a la sociedad chilena.
Monseñor Héctor Vargas, obispo de Temuco y presidente del Área Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, expresó en una carta publicada por El Mercurio su preocupación en torno a la cifras que indican que en Chile se ha producido un aumento explosivo de los casos de VIH, especialmente en jóvenes.
El obispo señaló que esto “refleja una incomprensible ausencia de educación integral en una de las dimensiones esenciales y constitutivas de la persona”. Además agregó que “no hay un pronunciamiento ético respecto de su naturaleza y significado, ni sobre la enorme responsabilidad de una vida sexual activa y sus consecuencias, más aún si se consideran la inmadurez y falta de discernimiento propias de la etapa del desarrollo en que se encuentran los alumnos”.
Mons. Vargas identifica como uno de los motivos de esta falta de educación integral el deterioro moral que es consecuencia de “el debilitamiento de la adhesión a grandes valores universales y trascendentes. Sin ellos no hay moral que pueda sostenerse. A tal punto puede atrofiarse la conciencia, que desemboca en una situación en que cada uno hace en su vida afectiva lo que quiere, sin limitación alguna, como también en sus acciones políticas, económicas o sociales, o en cualquier ámbito de la vida diaria”.
El presidente del Área Educación termina esta carta recordando que “la antropología cristiana invita a educar la igual dignidad entre varón y mujer, en razón de ser creados a imagen y semejanza de Dios, y les invita a vivir una comunidad de amor de iguales en la diferencia. La relación entre mujer y varón es de reciprocidad y colaboración mutua. Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos, sintiéndose corresponsables a la vez por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana”.
Fuente: El Mercurio