Diócesis de Temuco

«No se turbe el corazón de ustedes»

En su columna dominical publicada en el Diario Austral de la ciudad de Temuco, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, obispo Diócesis San José de Temuco, nos anima a través de su Palabra del Evangelio, además, se refiere al proceso constituyente y las elecciones del 7 de mayo.

A una semana de estar como Obispo de Temuco reitero mi confianza en Dios, en nombre propio y en nombre de todos los hermanos y hermanas del Pueblo de Dios que peregrina en estas tierras de La Araucanía: «El Señor es mi pastor, nada me puede faltar».

Un sin número de circunstancias, situaciones, malos ejemplos, y también los propios hechos, muchas veces nos hacen perder la paz y la confianza. A veces pareciera que todo está dado para no confiar en nadie ni en nada. Sin embargo, necesitamos confiar, porque sólo así podemos hacer camino, dar pasos nuevos, avanzar, progresar, proyectar, pues todo esto lo hacemos con los demás, y necesitamos entendernos unos con otros. Si nuestro yo está turbado, inquieto, confundido, tenso; de nosotros saldrán malos modos, estaremos nerviosos, seremos superficiales; difícilmente podremos ayudar a resolver o superar los problemas propios o de los demás. Con el Evangelio de este domingo, Jesucristo sale una vez más a nuestro encuentro, y nos anima con su Palabra: «No se turbe el corazón de ustedes. Ustedes creen en Dios; crean también en mí» (Jn 14, 1). Nos recuerda que no estamos solos, que nuestra vida está en las manos de Dios, y que Él está siempre dispuesto a ayudarnos. Pero su ayuda no nos llega de manera mágica: confiando en Él, y en su ayuda, podremos ver mejor las situaciones; podremos ver mejor la posible solución a los problemas, y así podremos ayudar mejor a los demás; podremos ver mejor y colaborar mejor para que nuestro mundo sea mejor, que nuestro país haga mejores opciones en pos de un destino mejor.

Hoy nuestro país da un paso importante en el nuevo proceso constituyente con la elección democrática de los 50 representantes del Consejo Constitucional quienes redactarán la nueva propuesta de Constitución para nuestro país. Este proceso constitucional es responsabilidad de todos los ciudadanos y ciudadanas y esto se expresa con la participación en el acto eleccionario de todos y todas quienes tenemos derecho de hacerlo. Al participar en este evento democrático, dejémonos animar por el mejor espíritu, pensando y buscando lo mejor para Chile, su auténtico bien común, una democracia más real y profunda, la justicia, la paz, la fraternidad y la unidad.

En este día, de especial importancia para nuestro país, dejémonos animar confiadamente por quien es «el Camino, la Verdad y la Vida» y dejémonos inspirar por su Evangelio para construir su Reino que es la mejor propuesta para bien de todos en esta nuestra casa común.