Diócesis de Temuco
Monseñor Vargas, resaltó que en la fe encontramos las respuestas a los anhelos más profundos de nuestro corazón.
[dropcap]D[/dropcap]urante todo el día se celebraron misas en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, donde miles de peregrinos llegaron una vez más a dar gracias al santo.El Obispo de la Diócesis San José de Temuco, acompañó a los miles de peregrinos y presidió la Santa Eucaristía del medio día, donde les señaló que: “ Hemos peregrinado todos hasta este Santuario de San Sebastián, motivados por nuestra fe. Venimos aquí para dar gracias a este Santo, por las gracias que nos ha concedido, porque escuchó nuestros ruegos, nuestras súplicas e intercedió hacia el Señor y nos concedió aquello que necesitábamos y que habíamos solicitado con tanta esperanza”.
Agregó además: “llegamos a dar gracias, motivados y con mucha fe, cuando vemos que el mundo no da respuestas a necesidades tan grandes que tenemos, cuando vemos también que la misma medicina, las ciencias tampoco pueden dar respuestas a preocupaciones que podemos tener en nuestra salud o con tantas situaciones que nos ocurren, tanto en lo personal como en lo familiar y que nos hacen vivir en la angustia y a veces en la desesperación… también, muchas veces venimos al Santuario a pedirle a San Sebastián para que escuche nuestros ruegos, muchas veces para recuperar la paz ante tantas situaciones difíciles o a pedir por un algún trabajo, en fin todos tenemos una razón para venir al Santuario, algo que nos mueve, y eso es la fe, esa fe sencilla, pero profunda”.
Precisó diciendo: “Esa fe que nos dice que el Señor es un Padre misericordioso, es un Padre amoroso y que siempre está dispuesto a escuchar a sus hijos. Venimos aquí a experimentar que el Señor nos haga sentir su amor de Padre a través de la intercesión de San Sebastián….El Señor como buen Padre siempre está para consolarnos, para cuidarnos y acompañarnos siempre, nos ayuda a renovar nuestras fuerzas, a darnos ánimo y esperanza y desde ahí seguir luchando y mantenernos en pie y lograr superar las dificultades”.
Comentó sobre los distintos modelos económicos hoy en día en esta sociedad que están imperantes, que producen tantas desigualdades, tan esclavizadores y que nos vuelven individualistas, una vida sin norma ni moral, donde se ha ido perdiendo la solidaridad… por eso estamos llamados a renovar nuestra fe; en Dios está la fuente de lo que somos y en su Palabra encontramos los principios y valores para ser feliz.
San Sebastián en nuestra región
[dropcap]M[/dropcap]uchos son los que peregrinan cada 20 de enero y marzo a diversos pueblos que han erigido grutas o santuarios en honor de San Sebastián; joven soldado, que con valentía defendió su fe ante el emperador romano; y con generosidad y entrega sirvió a los perseguidos y encarcelados; el cual nunca debió imaginar que después de tantos siglos, su memoria estaría presente en la fe de un pueblo distinto al de su origen, y que a pesar de la distancia en el tiempo y espacio, nos une un mismo vínculo, nuestra fe en Jesucristo, por quien muchos en esa época entregaron la vida.
Pero es en el sur de nuestro país donde se hace más patente dicha devoción, siendo Yumbel uno de los lugares más concurridos por los peregrinos para pagar de diversas formas sus “mandas”, como comúnmente se le llama. Sin embargo, en nuestra diócesis también se ha difundido con fuerza la veneración a este santo, por ejemplo en Lonquimay, en Angol, y especialmente en Perquenco, donde todos los años llegan miles de fieles de diversos pueblos de la región, incluso desde más allá de ésta, para dar gracias, como se dice comúnmente, por “el favor concedido” o para pedir la valiosa y efectiva intercesión de este amigo del Señor.
El Santuario de Perquenco existe desde el año 1927, cuando Monseñor Prudencio Contardo lleva a esta comuna la imagen del santo, y que al pasar de los años fue desplegando a la comunidad local para acoger de la mejor manera a los peregrinos. Importante es recordar que dicha imagen milagrosamente fue salvada de un incendio en la Iglesia parroquial que asoló, a su vez, a la municipalidad, al hospital, al retén de Carabineros y a la casa parroquial, hecho que viene a la memoria de mucha gente que forma parte de los antiguos parroquianos de Perquenco.
En Perquenco será en los años 70 cuando se divulgue y se haga más popular hacia los otros pueblos esta fiesta. Es también recordado que en alguna oportunidad la parroquia quedó sin la atención sacerdotal para esta fiesta, lo cual no mermó la llegada de los fieles, quienes luego de realizar su acto de piedad, depositaron su ofrenda o manda por debajo de la puerta del templo, lo cual asombró a quienes días después llegaron desde Temuco a abrir el templo, encontrando el dinero que la piedad de los visitantes procuraba para la mantención de la parroquia y del santuario.
