Diócesis de Temuco

Obispo Héctor Vargas: Clamor por la vida y La Araucanía

El obispo de Temuco, Héctor Vargas Bastidas, en columna publicada en el Diario Austral de la novena región, da a conocer su preocupación por la persona de los mapuche que, desde hace más de dos meses, se encuentran en huelga de hambre, pidiendo evaluar nuevos caminos y solicitando a las autoridades el hacerse cargo de los temas de fondo tras esa acción.

En texto que publicado este domingo 26 de julio, el obispo Vargas comienza señalando «el Señor al comunicar el objetivo de su misión, proclama: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. De este modo, la vida y la dignidad de la persona humana, imagen de Dios y redimida por Cristo, se instala como valor central de la fe cristiana. Y, en consecuencia, todo aquello que atente contra este valor esencial, remece las convicciones profundas del cristianismo».

Agrega luego, que desde la doctrina social, la Iglesia rechaza cuanto atenta contra la vida «Conocida es su postura respecto de las graves violaciones a los derechos humanos e injusticias “que claman al Cielo”, el aborto y la eutanasia, el maltrato a los adultos mayores, el odio, la violencia y el terrorismo, el racismo, la exclusión y discriminaciones, la trata de personas, los abusos de poder, conciencia y sexuales en contra de la mujer y menores de edad. La propia Iglesia ha debido pedir perdón por la condenable conducta de algunos de sus ministros en estos temas», expresa el pastor.

«En coherencia con estos valores, no podemos dejar de manifestar nuestra gran preocupación por la persona de los mapuche que, desde hace más de dos meses, se encuentran en huelga de hambre, poniendo en grave riesgo su salud y vida. Les pedimos encarecidamente evaluar nuevos caminos a esta medida de presión que, si bien pacífica, es al mismo tiempo extrema, porque en ella que se tensionan valores esenciales del individuo, como la vida y la libertad, contenidos ambos en el núcleo mismo de la dignidad humana», manifiesta Héctor Vargas.

Lo anterior exige, desde la mirada del obispo: «que las autoridades puedan hacerse cargo de los temas de fondo que subyacen a esta delicada acción. Nos referimos a una política de Estado, fruto de una clara voluntad política transversal, que a la luz de los tratados firmados por Chile, la evidencia internacional al respecto y acciones concretas, pueda, de una vez por todas, avanzar decidida y eficazmente en los temas pendientes con sus pueblos indígenas, desde sus fundamentos éticos esenciales hasta su dimensión jurídica y constitucional».

Finalmente, el obispo Vargas llama «a la Región, a sus diversos líderes, a que más allá de lo que el Estado haga, asumamos nuestra propia responsabilidad, mediante instancias de diálogo real y fecundo, sin exclusiones, derribando desconfianzas y prejuicios, suscitando un clima que permita volver a escucharnos y compartir los grandes anhelos de todos, y desde allí buscar fórmulas que permitan ayudarnos mutuamente».