Diócesis de Temuco

Queridos Profesoras y Profesores: GRACIAS

En la columna dominical publicada en el Diario Austral de la ciudad de Temuco, el Pbro. Leonardo Villagrán Santana, Vicario para la Educación, expresa su gratitud por todos los docentes y su entrega diaria en las aulas.

Al escribir este artículo, vienen a mi memoria las palabras, saludos y mensajes de Mons. Héctor Vargas (QEPD) en el Día del Profesor, y quisiera destacar dos ideas que él plasmó: nuestro agradecimiento a la labor de los profesores y profesoras y a la invitación a que no pierdan la alegría.

En primer lugar, hoy es un día para expresar nuestra admiración, aprecio y valoración por el servicio que las profesoras y profesores prestan en todos los rincones de Chile. Cuantos estudiantes de nuestro país son acompañados, con paciencia y amor, en su proceso de crecimiento, en la búsqueda de su vocación y en la construcción de su proyecto de vida. Por eso, debe ir nuestro sincero agradecimiento por la labor que en distintitas comunidades educativas van realizando día a día y valorar su trabajo, dedicación y paciencia.

En segundo lugar, Mons. Vargas invitaba a que, en sus mentes y corazones, nunca pierdan la alegría de ser educadores y recuerden la cercanía de Jesús Maestro que nos acompaña, y con su ejemplo nos inspira.  A pesar del cansancio, la incomprensión que a veces soportan, y de tantos desafíos a los que se ven enfrentados, no deben desanimarse, recordando lo valioso de su misión y de la compañía del Señor Jesús, que se hace presente cuando vivimos el amor y la preocupación por los demás o cuando experimentamos el dolor o la incomprensión.

A estas dos ideas, frente a los grandes desafíos que les ha tocado enfrentar en el ámbito educacional y nacional, surgen dos invitaciones que nos interpelan fuertemente. La primera invitación es a formar comunidades educativas, donde los educadores se apoyen, se escuchen, se animen día a día. Donde lo que vive el colega me importe, como también lo que yo viva sea importante para los otros. En una Iglesia convocada por el Papa Francisco a revisar su Sinodalidad, recordamos que el camino de la vida no lo hacemos solos, sino junto a otros, distintos a mí, y que desde la fe se asumen como un don. Y la segunda invitación es a recordar, nuestra tarea de formar integralmente a nuestros estudiantes, para que especialmente aprendan a vivir en una actitud de servicio, y trabajen para construir un país de hermanos. Gracias Señor por la vocación de enseñar y formar y Gracias maestros por aceptar este llamado.