Diócesis de Temuco

Signo de perdón a víctimas y sobrevivientes de abuso eclesial en Eucaristía de jornada final

En el momento que se desarrolló en medio de la misa se expresó: “Queremos no solo pedir perdón a las víctimas y sobrevivientes, sino también comprometernos para acabar con ese dolor, darles las gracias por su valentía al denunciar, y pedirle al Dios de la vida que nos haga cada vez más lúcidos, más empáticos, más valientes, para que así podamos volver a encender, como profetas, la llama de la fe”.

Este domingo al mediodía se realizó la última misa en el marco de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional que se desarrolla hasta la tarde de este domingo en el Colegio La Salle de La Reina y en donde están participando más de 600 personas de todo Chile. La eucaristía fue presidida por el arzobispo de Santiago y cardenal Celestino Aós; y concelebrada por el obispo de Aysén, Luis Infanti.

En medio de la celebración, y tras la homilía, el obispo Alberto Lorenzelli; la Delegada para la Pastoral General de San Felipe, la hna. Nelly León; la directora del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas, Pilar Ramírez; y el representante de la Delegación de Linares, Miguel González; se acercaron al altar con una vela encendida donde realizaron un signo de perdón por las víctimas de abuso sexual en la Iglesia. El momento fue acompañado por el relato del secretario general de la Conferencia Episcopal, Sergio Pérez de Arce, quien expresó “A los pies de nuestra madre… Nuestro proceso de discernimiento eclesial ha estado ligado fuertemente a la crisis de los abusos sexuales en la Iglesia. Hemos sido convocados para seguir a Jesús, siervo de la misericordia y mansedumbre que no apaga la mecha que aún arde ni quiebra la caña trizada, como lo anunció el profeta Isaías. Sin embargo, esta mecha fue apagada, y no lo vimos, no lo escuchamos, no lo denunciamos y la vida de muchos y muchas quedó quebrada”.

“Queremos no solo pedir perdón a las víctimas y sobrevivientes, sino también comprometernos para acabar con ese dolor, darles las gracias por su valentía al denunciar, y pedirle al Dios de la vida que nos haga cada vez más lúcidos, empáticos y valientes para volver a encender como profetas la lama de la fe”, finalizó.

Cardenal Aós: “Esta asamblea es esperanza”

En su homilía, el cardenal Celestino Aós, agradeció lo vivido durante aI Asamblea Eclesial Nacional, que ha sido parte de un proceso en el que han participado cientos de comunidades y parroquias de todo Chile. “Estamos llamados a ser una Iglesia esperanzadora, por eso lo primero es el sano realismo para ver lo bueno, las maravillas que Dios sigue obrando ¿Cuánta gente buena hay en nuestra Iglesia, en nuestro mundo? Para mí, la Iglesia es esperanzadora porque reza. Y hemos rezado juntos. Felicito a cada uno de los participantes por esto. Una Iglesia que reza, que celebra los sacramentos, que proclama la palabra de Dios, que no se limita a simples ritos, es agua que purifica y sana”, dijo.

“Dichosos nosotros que hemos participado en esta asamblea, porque esta asamblea fue esperanza. Esta asamblea es realidad y vuelve a ser esperanza. Cada uno de ustedes son enviados en misión. El espíritu del Señor me ungió para enviarme y cada uno de ustedes debe compartir en sus comunidades lo que hemos vivido y escuchar la invitación de Jesús a Francisco de Asís: ‘Vete y repara mi Iglesia que amenaza ruina’. La pregunta más grande no será qué ha hecho la asamblea, sino que vas a hacer tú, porque solos no llegaremos lejos”, invitó el cardenal Aós.

Y finalizó: “Es un tiempo hermoso y propicio para amar. Si creemos que tenemos que esperar para ser mejores cristianos, para amar más, a que cambien las estructuras, a que pase una nueva asamblea, a que venga otro concilio, estamos mal, es ahora cuando tenemos que fructificar esa unción de nuestro bautismo”.