Este 18 de septiembre en la Catedral de Temuco, se conmemoró el cumpleaños de la Patria número 214. Como cada año esta Acción de Gracia fue presidida por el Obispo diocesano Mons. Jorge Concha Cayuqueo (OFM), quién junto a Pastores de diferentes confesiones cristianas, más un representante musulmán y otro palestino, complementaron sus oraciones de solicitud de perdón, agradecimiento y peticiones, para avanzar hacia una patria donde prime la justicia para lograr la paz.
Como corresponde a una ocasión tan solemne, tanto el altar, la liturgia, el coro, estaban preparados con mucha prolijidad e integración. La imagen de la Virgen de la Carmen, Patrona de Chile, con sus brazos abiertos aseguraba la acogida de todos quienes con fervor concurrieron a este encuentro de oración por la Patria. Concurren principalmente como invitados, autoridades: Senadores, Diputados y Alcalde de la comuna de Temuco, representantes de las diferentes ramas militares y de seguridad pública y los feligreses católicos de diferentes parroquias.
En este cumpleaños un nuevo signo de inclusión y encuentro, llamó la atención de los asistentes. En el Altar junto a la la bandera del Vaticano y la bandera chilena, habitualmente presentes, se erguía también la bandera mapuche, majestuosamente y como invitada predilecta, cuyo connotación cultural y religiosa para el pueblo es de gran significado espiritual y comunitario. Es muy posible que sea la primera vez en 214 años, que esta bandera esté presente junto a otros símbolos patrios a un mismo nivel de reconocimiento, con un verdadero sentido de valoración a uno de los pueblos originarios de mayor presencia en el país. En medio de la Liturgia, hubo otro hito religioso de comunión muy significativo por su visibilización, donde el Obispo junto a los Pastores y sacerdotes presentes, bajaron desde el Altar a acompañar a la Machi lamgen Silvia Llanquileo, quien junto a su nieto, al sonido de su cultrún y del kulkul, a cargo del lamgen Rigoberto Queipul, realizaron la rogativa (llellipun)u oración mapuche para agradecer y pedir por todas las intenciones que buscan armonía, paz y buen vivir para todos quienes comparten este territorio, así como claridad a las autoridades para hacer lo mejor por quienes necesitan de sus decisiones y acciones.
La presencia mapuche en esta ceremonia no es solo un acto distintivo, es mucho más profundo, es una invitación a orar juntos, reconociendo los gérmenes del verbo presente con mucha fuerza en su cultura, valorando la expresión religiosa mapuche como medio de oración fecunda. Son nuevos signos de encuentro, pero las iglesias cristianas presentes saben que esto no es suficiente para una convivencia armónica genuina, sería más valioso un gesto de la patria donde se reconozcan los pueblos pre existentes, sus derechos culturales y colectivos, atendiendo al hecho que somos un país multicultural, con un tronco de base mapuche innegable. Eso ayudaría a un verdadero encuentro más justo, encaminado a alcanzar la paz.
Gaby Cárcamo Navarrete, Delegada Episcopal Mapuche, Diócesis San José, Temuco