El Padre Patricio Trujillo Valdebenito, actual Párroco de Jesús Obrero y el Padre Mario Ross Contreras, párroco Del Sagrario, celebraron sus 25 años de vida sacerdotal.
Ante una Catedral colmada de fieles, amigos y familiares, los Presbíteros Patricio Trujillo y Mario Ross del clero de Temuco, celebraron sus Bodas de Plata Sacerdotales, en una solemne Eucaristía que presidió nuestro Pastor Diocesano, Monseñor Héctor Vargas Bastidas, el sábado 18 de marzo.
En la ocasión, expresaron con gran sentimiento su gratitud al Señor por el don de la vocación. De igual modo a sus familias y pueblo de Dios por su cercanía, colaboración pastoral y ayuda en la maduración de su ministerio.
En la homilía, Monseñor Héctor Vargas, abordó el misterio y significado del sacerdocio, como asimismo los desafíos que implica vivirlo hoy día en un tiempo de fronteras existenciales y misericordia.
Los sacerdotes que celebraron sus Bodas de Plata, agradecieron a Dios por haberlos llamado al Ministerio Sacerdotal, al Obispo por haberles presidido la Santa Misa de Acción de Gracias y a los sacerdotes presentes. Así mismo, recordaron con filial afecto a Monseñor Sergio Contreras Navia, quien los ordenó sacerdotes del Señor un 19 de marzo de 1992. Igualmente, tuvieron palabras de agradecimiento para el Seminario San Fidel, en donde vivieron todo su tiempo de formación filosófica y teológica.
Ambos sacerdotes reconocieron, también, el gran apoyo que han recibido de parte de sus familias desde que entraron al Seminario y durante estos 25 años de vida sacerdotal y de todos los fieles con los que se han relacionado en las diversas comunidades en las que les ha correspondido realizar su labor pastoral.
En la Santa Eucaristía se proclamó el texto bíblico conocido como «La pesca milagrosa», del Evangelio de San Lucas (5,1-11), por lo que reflexionaron, particularmente, las palabras de San Pedro: «En tu Palabra echaré las redes«, por cuanto tienen la convicción que sólo confiados en la Providencia Divina podrán seguir respondiendo al llamado misericordioso que les hace el Señor Jesús, cual es, ser pescadores de hombres para toda la vida.