Diócesis de Temuco

Monseñor Héctor Vargas “El Señor ha abierto hoy día las puertas de su casa para acogerlos”

Almuerzo solidario  a personas en situación de calle

Monseñor Héctor Vargas “El Señor ha abierto hoy día las puertas de su casa para acogerlos”

En el marco del Mes de la Solidaridad, la comunidad parroquial Del Sagrario junto a monseñor Héctor Vargas Bastidas, compartieron un almuerzo solidario en el Templo Catedral,  a 25 personas que viven en situación de calle.

El Obispo de Temuco, manifestó su gratitud, manifestando que: “Es una alegría muy grande ser testigo de esta iniciativa que ha tenido la comunidad cristiana de la Parroquia Catedral de comenzar a tomar un contacto particular con todas aquellas personas, estos hermanos y hermanas nuestras que están en situación de calle o que viven verdaderamente situaciones de mucha vulnerabilidad. Hay personas que llevan años en esto, otras han sufrido el abandono de su familia, otros tienen enfermedades que son bastante graves, incluso algunos jóvenes, enfermedades graves que, bueno, los tienen semi postrados también y entonces el hecho de comenzar a tomar contacto y un inicio de empezar a compartir con estos hermanos y hermanas nuestras, yo creo que, por una parte es una alegría muy grande, por otra parte tenemos tanto que aprender de ellos, aprender también de su situación, de su vida, que no obstante todo lo que viven, los dramas que han tenido en la vida, sin embargo siguen luchando, la mayoría trabaja en algo, en algún oficio, en alguna cosa con que poder ganarse la vida, otros criando a sus hijos incluso, algunos han dejado la droga y otro tipo de vicios y entonces yo creo que ha sido extraordinario esto y el que la comunidad haya decidido compartir con ellos, no solamente preparar y servir el almuerzo sino que también sentarse a la mesa para compartir con ellos, escucharlos y la verdad que ellos han quedado muy contentos por esta iniciativa y yo creo que el Señor también. Yo creo que el Señor ha abierto hoy día las puertas de su casa para acogerlos y la mayoría lo ha expresado en esas palabras. Venimos a la casa de Dios, que es la casa de todos, así me lo han dicho.

El Párroco Juan Andrés Basly, señaló: “Nos hemos acercado al mundo del sufrimiento, del dolor, he visto  que hay tantos hermanos en la calle y que muchas veces pasan a pedir alimentos; y que su refugio es el atrio de la Catedral,  y que les veo en el centro pidiendo una monedita, o alojando en las entradas de los bancos o multitiendas.  Me decidí plantearlo y  conversarlo  en la Reunión de Consejo. ¿Por qué no hacer un almuerzo solidario en la Catedral? La respuesta fue de inmediato que sí.  Claro que algunos  no les pareció, que fuera en el Templo Catedral, una conversado y dada las explicaciones se decido hacerlo.

Creo de verdad que la Catedral es la casa de todos  y que debe estar abierta para a los predilectos del Señor  es decir a los más pobres y  recordando las palabras del  Papa Francisco, que nos invita y nos ha enseñado a ser solidarios, como  él lo hace constantemente, que envía a sus emisarios a buscar a los hermanos que están en la calle para invitarlo a almorzar  o cenar con él. También como parroquia hemos querido en este mes de la solidaridad; hacer la realidad  lo que nos dice Jesús, en  Mt 25,35 “Cuando tuve hambre ustedes  me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y ustedes me recibieron…” Estas palabras son muy exigente y ciertas, por eso hemos querido realizar este  signo concreto, bonito de acercarnos a estos hermanos que sufren  y ser solidarios como nos manda el Evangelio; si queremos  hacer realidad y construir el Reino de Dios, debemos hacer gestos concretos de fraternidad, y de amor al  prójimo compartiendo de nuestra pequeñez procurando ser mas humanos y solidarios. Hoy hemos querido hacernos con el buen samaritano  a invitar a tantos hermanos que están a la orilla del camino y que a veces no los queremos ver. Hoy nos hemos  acercamos a nosotros a vivir esta experiencia también con ellos. Es primera vez que se hace aquí en la Catedral”. Y estamos muy felices Dios quiera que continuemos viviendo este gesto de solidaridad. 

TESTIMONIOS

“Hace un año y 3 meses que estoy aquí. Yo vendo empanadas. Este almuerzo es muy bueno y rico”. ESTER (Haití)

“Tengo 56 años, vivo en la calle, hace como 40 años. Es primera vez que veo me invitan a una casa acá y sobre todo hacer una cena, una comida, la encontré rica, buena conversación con el Obispo, porque fue entretenida la conversación con él, me gustó. Para estar cerca de alguien importante, porque de repente son personas que uno las ve de muy lejos, entonces una persona importante, me gustó, me sentí bien, me sentí cómodo donde estuve. Yo como siempre ando en la calle, paso por acá ando por allá, usted sabe que con las cosas de Dios. Dios dispone, te tocó venir para acá hoy día y vine a almorzar. Vendo parche curitas, pañuelos desechables y cuando hay mucha gente vendiendo, mejor pido plata, eso es lo que hago”. JAIME

“Tengo 41 años. Vivo en Pedro de Valdivia. Es una vida muy triste. Yo salgo a vender pañuelos y andaba pidiendo dinero y pidiéndole al Señor, que Dios nos saque de esto, porque yo sé que Dios es grande, poderoso y mi anhelo es sacar a hijos adelante, mis hijos están estudiando. Tengo un pequeño que se llama Jesús Pedro, tiene 9 años y él también necesita que le ayuden con zapatitos y todo, estamos viviendo en una casa, pero resulta que mi casa, salió mala, pero Dios es grande, yo he salido adelante porque esta es una realidad, porque de los sufrimientos que hemos pasado, Dios toca corazones. A mi gustó, gracias a Dios, gracias por todo, por el Obispo, por todo, es una cosa muy bonita que queda con el corazón contento, por el almuerzo. Gracias al Señor y por la gente que vienen a orar, le damos gracias a cada persona y que Dios toque su corazón. MARISOL

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