La Parroquia San Buenaventura de Angol ha finalizado el año con un nutrido programa solidario de actividades que han favorecido, especialmente, a los hermanos más vulnerables de la comunidad.
El día 24 de diciembre se visitó al hogar de ancianos San Vicente de Paul que acoge a más de 50 ancianas en Angol. Por la mañana, se celebró la Eucaristía y gracias a la generosidad de algunas personas, a cada una de las residentes en el hogar, se les entregó un pequeño presente para uso personal. Las señoras quedaron muy agradecidas pues la habitual visita quincenal que se realiza, en ese día tan significativo para el mundo cristiano, fue un momento de reflexión, de sentimientos compartidos que tocan el alma y de alegrías también. Una gran enseñanza es escuchar el sentir de nuestros ancianos y oír sus esperanzas en el atardecer de la vida, a pesar que la vida les haya sido dura.
También se visitó a las Hermanas Franciscanas ancianas y enfermas que residen en la Casa General de la Congregación en Angol. Todas ellas, religiosas, son un gran testimonio de fe y de perseverancia en el esfuerzo permanente por construir el Reino con gran optimismo y disposición.
Asimismo, un grupo parroquial, Fraternidad Solidaria, tuvo este año la responsabilidad de realizar la campaña con el fin de reunir alimentos e ir, en Navidad, en ayuda de una familia que pasa por dificultades. El esfuerzo, la seriedad y el empeño de los integrantes de este grupo, permitió dar una ayuda a más de 50 familias de escasos recursos. “Esto no me soluciona los problemas, pero, no se imagina cuanto me es de ayuda, gracias, muchas gracias”, dijo una de las personas que acudió a la Parroquia el 24 de Diciembre para recibir su caja con alimentos. Fanny Navarrete, integrante de “Fraternidad Solidaria”, dijo: “Ha sido muy positiva la campaña que realizamos por redes sociales, gente que no nos conoce, confió en nosotros y pudimos entregar cajas con alimentos y útiles de aseo por un valor superior a los cuarenta mil pesos a cada familia necesitada… resta sólo agradecer a la Parroquia en nombre de todos los integrantes de nuestro grupo por esta experiencia maravillosa en Navidad, y a quienes cooperaron… hay realmente mucha alegría cuando se da”.
La misa del Gallo fue una celebración concelebrada por los Hnos. Franciscanos y fue muy concurrida y festiva donde el Párroco señaló: “contemplar y dejarnos enseñar por el Niño Jesús en el pesebre, nos debe conducir a valorar debidamente la virtud de la humildad, pobreza y obediencia…. Debe ser un hecho asumir estos grandes valores, mirar la realidad y comprometernos; si queremos que sea esta una Noche Buena que se prolongue en el tiempo, cada uno de nosotros debe realizar actos buenos en favor de los demás… dejémonos “impregnar” por el gran amor de Dios que viene a nuestro encuentro y espera que hagamos siempre el bien”.
Por otro lado, el 27 de diciembre se entregó en el patio principal del convento, la certificación a 5 alumnas, señoras adultas que realizaron el curso para aprender a leer que impulsó y organizó el grupo Fraternidad Solidaria. En esta ocasión se certificaron las señoras Mireya Astudillo Inzunza, Elba Novoa Oñate, Emilia Ramírez Burgos, Gladys Castagnoli Rojas y Rosalía Rifo Herrera. El curso fue dictado por las docentes Patricia Menz Sanhueza y Lucinda Rodríguez. Porque nunca es tarde para aprender, el año próximo, se continuará con esta tarea que, la Parroquia, con el entusiasmo de parroquianos lleva adelante.
Esta Parroquia sólo buscar servir al estilo de Francisco de Asís con la conciencia que la fe debe hacerse vida y realizar acciones muy concreta que busquen sólo servir a los demás, y es, en ese esfuerzo que se está.