En la Misa de exequias, celebrada el domingo 27 de agosto, en el Santuario Ayinrehue, el obispo diocesano, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, presidió la Eucaristía por el eterno descanso de su querida mamá Inesita. En sus emotivas palabras, nuestro pastor, dio gracias a Dios por el don de vida y en forma muy especial, por la vida de su amada madre Inesita. Agradeció el estar reunidos como hermanos de la Iglesia, el tener la oportunidad de poder estar acompañado él y su familia, por tantas personas que en estos difíciles días oraron, elevando una plegaria al Señor por Inesita, una mujer muy alegre, cariñosa y como él expresó, » una mujer que le gustaba mucho cantar y lo hacía muy bien».
Nuestro pastor, en su mensaje, señaló: » No quiero perder la oportunidad de predicar a Jesús, porque es Él el único que nos da esa forma de mirar distinto los momentos de la vida y de la muerte, es Él quien nos habla de la resurrección y de la esperanza, por eso siempre debemos acogerlo, es Él quien da sentido a muchos misterios de esta vida, porque Él murió igual que todos vamos a morir, pero Él resucitó también y todo el que crea en Él, no morirá jamás.
Llamó a mirar estos acontecimientos de la vida, donde tenemos que creer en Dios, confesar su nombre, por eso » Doy gracias a Dios por mi madre, gracias por el ser, es la madre la que nos da de su cuerpo, de su vida y sobre todo, recibimos del ser de Dios. Demos gracias por los seres queridos, pero más que nada, especialmente, por los papás, por la madre, porque es una gran oportunidad que tenemos de vernos con la fuente de todo ser y la fuente del amor, que es Dios y quiero dar gracias a Él, en forma muy especial, por todo el bien y cariño que recibimos junto a mi familia por nuestra querida madre Inesita, porque todo lo bueno viene del Señor y por eso le retribuyó a Él, todo el amor que brindó Inesita, tanto cariño y alegría. Gracias a Dios, por el don de la madre y por todo lo que de ella recibimos, es una oportunidad para los acontecimientos de la vida con mucha fe y reconozcamos a Dios en el centro de nuestras vidas, que nos da el sentido y que en su misericordia, nos conduzca para acercarnos más a Él».
En sus palabras, el obispo agradeció a todos quienes los han acompañado como familia, » Quiero agradecer a las hermanas Marianas del Santuario por la acogida brindada, gratitud al Clero de la Diócesis por su cercanía y compañía. Agradecimientos a mis hermanos Franciscanos, al padre Raul Alliman que junto a otros hermanos y hermanas de la Congregación, viajaron para estar junto a mi familia; A las religiosas, también agradecer al coro de los madrugadores».
Al concluir la ceremonia, el padre Ariel Valdez Opazo, vicario de pastoral extendió unas sentidas palabras a nombre del Presbiterio, posteriormente, la familia proyectó un video de diversas imágenes importantes en la vida de la querida Inesita, deslumbrando siempre con su bella sonrisa y ternura en su mirar. Luego, el féretro fue llevado hasta la capilla del Santuario, lugar santo donde ella acostumbraba ir a rezar.
Cabe señalar, que el sábado 26, integrantes del Presbiterio de la Diócesis San José de Temuco, acompañaron a nuestro obispo en la Santa Misa en memoria de su querida madre.